jueves, 2 de enero de 2020

Métodos de Prevención de la Conducta Del Consumo de Alcohol en Adolescentes en Edad de 13 a 17 Años.


2.1  Alcohol. Conceptualización.  

Vergé, K. (2005) define “el alcohol como un compuesto orgánico que contiene el grupo de los hidroxilos unido a un radical alifático o algunos de sus derivados”. Es un compuesto que se deriva de una mezcla, la cual da origen a diversos tipos de alcoholes. Este compuesto se utiliza para preparar las bebidas alcohólicas.

Marine, B. (2006)  dice que “es toda bebida que contenga alguna cantidad de etanol es considerada bebida alcohólica”. Las bebidas que abarca este grupo son muchas, e intentando agruparlas, algunas de ellas son: los vinos, cervezas, licores, aguardientes, whiskies. Las bebidas alcohólicas se pueden producir por fermentación, como el vino y la cerveza o por destilación.

De acuerdo a reporte de Alcohólicos Anónimos, San José de las Matas, enero 2011, el porcentaje de alcohol etílico en cada bebida puede variar: la cerveza presenta aproximadamente un 5% de alcohol, el vino alrededor de un 5% y los licores pueden llegar a contener un 50% de etanol. Indica entonces que cualquiera de esta sustancia consumida en produce acciones desinhibitorias en el individuo y corre los mismos riesgos que cualquier bebida, por el contenido de alcohol y compuestos de fabricación.

Toro, R. (2009) define el alcohol como “la sustancia psicoactiva de uso más común, lo mismo que es el tipo más frecuente de adicción o dependencia”. El alcohol puede producir dependencia al igual que cualquier otro tipo de droga y más propenso a el, porque no es prohibida su venta a mayores de edad y a los adolescentes se vende sin restricción, a pesar de que la ley 42-01 que lo prohíbe. Su consumo en principio produce sensación de alegría, con el tiempo y la cantidad consumida, el individuo puede presentar problemas de la coordinación motora y la visión borrosa.


Aguirre, M. (2006) dice que se conoce como alcohol a “aquel líquido incoloro e inflamable, de olor extremadamente fuerte y que se obtiene por la destilación del vino o de otros licores”. E el alcohol es un compuesto orgánico que contiene al grupo hidroxilo unido a un radical alifático o a cualquiera de sus derivados. Por de tratarse de un compuesto es que existen diferentes tipos de alcoholes, porque, variedad que puede inducir a las personas a consumir cualquiera de ellas, pero que el final puede ser el mismo: hábito de consumo, emborrachamiento y hasta enfermedades.

De acuerdo a Vargas, D. (2000), “es toda bebida que contenga alguna cantidad de etanol es considerada bebida alcohólica”. Las bebidas que abarca este grupo son muchas, pudiendo agruparse en: los vinos, cervezas, licores, aguardientes y whiskies. La ingestión de una pequeña cantidad diaria de alcohol no perjudica a las personas, sin embargo, no se aconseja iniciarse en la costumbre de ingerir tales bebidas. 

El alcohol  tiene una diversidad variada. Es por eso que las personas se inician en una bebida de las consideradas menos fuerte, luego van cambiando hasta llegar a consumir cualquier tipo de bebida que contenga alcohol. Por eso lo mejor es no probar ningunas, para evitar caer en luego en el hábito de consumo o alcoholismo. Los que comienzan tomando vino cerveza, luego prueban también el ron y los whiskies, porque los compuestos químicos produce la sensación de sentir algo más fuerte.

2.2 Alcoholismo. 

Desde un punto de vista psicológico, el alcoholismo puede ser la respuesta a una tendencia autodestructiva o servir para eliminar los recuerdos desagradables. El problema radica en que después de haberse auxiliado de este, el individuo pierde la capacidad para controlar el consumo de bebidas alcohólicas. El deterioro en la capacidad de controlar el consumo de alcohol puede ser intermitente y muy ligero, en las fases iniciales de enfermedades, como daño al hígado, al páncreas, problemas digestivos e hipertensivos, pero puede llegar a ser continuado e intenso, más adelante, y conducir a una robotización, progresiva de la conducta, o sea, la administración programada o automatizada de auto-administración de alcohol y a una pérdida de  control tan grave que necesitará consumir frecuentemente.

De acuerdo a Altarriba, F. (2008), el alcoholismo consiste en “un consumo excesivo de alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo”. Podría hablarse de una necesidad incontrolada de ingerir bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar, así como en las responsabilidades laborales. El alcoholismo se puede considerar como un tipo de drogodependencia, una enfermedad adictiva en la que el enfermo no puede controlar el consumo de alcohol, que en la mayoría de las ocasiones es un consumo excesivo y prolongado.

Cuando una persona ha desarrollado una grave dependencia del alcohol no podrá retornar a un consumo moderado y cuando pruebe de tomar bebidas alcohólicas volverá a experimentar las mismas dificultades para controlar su consumo. Programar la ayudar al paciente alcohólico debe consistir en mantener en le paciente la ansiedad que lo mueve al consumo de manera continuada, sin embargo, lo más probable es que su actitud ante la consistencia de no consumo sea bastante ambivalente y ello puede contribuir a que su evolución curse con la alternancia de períodos de remisión de la enfermedad y períodos de recaída, en los que su vida se desorganiza y puede llegar a estar fuera de control.

El alcoholismo se convierte en una enfermedad, cuando la persona no posee la capacidad de controlar el consumo. Las personas inician por curiosidad y luego ya no pueden dejarlo, llegando hasta perder el respeto de las personas, de los amigos, de la sociedad y por último, morir prematuramente por causa del mismo.  

2.2.1  Clasificación del alcoholismo            

De acuerdo a Richard, R. (2005), “existen diferentes tipos de alcoholismo”. Resumiendo la concepción de la tipología del alcoholismo, propuesto por el autor, este se clasifica así:

1.            Abstemios. Serías aquellas personas quienes no disfrutan o muestran un desagrado activo al gusto y a los efectos del alcohol y en consecuencia, no tienen interés en repetir la experiencia. Igualmente están los no bebedores preocupados, que no solamente se abstienen, si no que buscan el persuadir o coaccionar a otros que comparten su abstención.

2. Bebedores sociales. Beben con sus amigos. El alcohol es parte de su proceso de socialización, pero no es esencial, y no toleran una embriaguez alteradora. Esta embriaguez es rara, puede ocurrir sólo durante una actividad de grupo, tal como una boda, una fiesta o el día de año viejo, momento en que se permite bebida en exceso.

3. Alcohólicos Sociales. Se intoxican con frecuencia, pero mantienen ciertos controles de su conducta. Prevén las ocasiones que requieren, de modo rutinario, tomar un par de copas antes de ir a casa. Son personas que les gusta ir siempre a los mismos lugares de bebida con gran tolerancia al alcohol. Un alcohólico social encontrará tiempo para una copa por lo menos, antes de la cena. Su bebida no suele interferir en su matrimonio ni gravemente en el trabajo mientras mantenga esta situación.

4. Alcohólicos. Se identifica por su gran dependencia o adicción hacia el alcohol y una forma acumulativa de conductas asociadas con la bebida. El término alcoholismo se aplica al desajuste social que se presenta en las vidas de los individuos adictos y de sus familias.

De acuerdo a las tipologías de alcoholismo anteriormente mencionada, puede decirse que todas las personas se pueden ubicar en una de ellas, debido a que algunas vez, se ha tomado algún tipo de alcohol. El más común es el alcohólico social, en el que se puede ubicar a los adolescentes. Con el tiempo, si no se interviene a tiempo, pueden convertirse en alcohólicos, ya siendo dependiente del mismo.




2.3  Consumo del Alcohol en la Adolescencia
2.3.1 Adolescencia

Acevedo, A. (2000), define la adolescencia como “un periodo en el desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad”. Comienza básicamente a los once años y su rango de duración varía según las diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, pero generalmente su finalización a los 17 años. Es esencialmente una época de cambios, que marca el proceso de transformación del niño en adulto, es un período de transición que tiene características peculiares.

En esta etapa, sus protagonistas son jóvenes que aún no son adultos pero que ya no son niños. Es un periodo de descubrimiento de la propia identidad psicológicasexual, así como de la de autonomía individual. En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia significa la abertura de la capacidad afectiva para sentir y desarrollar emociones que se identifican o tiene relación con el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus amigos y a las personas que va a querer. Hasta entonces no ha escogido a sus seres queridos. Al nacer conoció a sus padres y tal vez a algunos hermanos y el resto de sus familiares.

2.3.2 Características de la Adolescencia.

La adolescencia se caracteriza por el crecimiento físico y desarrollo psicológico, y es la fase del desarrollo humano situada entre la infancia y la edad adulta. Esta transición es tanto física como psicológica por lo que debe considerarse un fenómeno biológico, cultural y social. Muchas culturas difieren respecto a cuál es la edad en la que las personas llegan a ser adultas. Aunque no existe un consenso sobre la edad en la que termina la adolescencia. Erik Erikson considera que la adolescencia abarca desde los doce o trece años hasta los veinte o veintiún años. Este período de los 13 a los 17 años es la búsqueda de la identidad, define al individuo para toda su vida adulta quedando plenamente consolidada la personalidad a partir de los 21 años. Sin embargo, no puede generalizarse, ya que el final de la adolescencia depende del desarrollo psicológico, la edad exacta en que termina no es homogénea y dependerá de cada individuo.

2.3.3        Alcohol y Adolescencia

Los cambios de humor o de comportamiento pueden ser normales como parte del crecimiento que corresponde a éstas edades, pero también pueden ser un signo de algún tipo de abuso de sustancias. Los factores de riesgo son típicamente diferenciales de población, de individuo a individuo, de una época histórica a otra, e inclusive en el mismo individuo en etapas diferentes de su desarrollo psicoevolutivo.

Como la adolescencia es una tapa de búsqueda, los individuos en esta edad, comienzan tratando de explorar nuevos mundos, los cuales pueden ser buenos o malos. Cuando el adolescente se inclina por los deportes, actividades sociales comunitarias, da felicidad a la familia e inspira respeto de su comunidad, en cambio, cuando se inclina por el consumo de sustancia, desencadena un clima de tensión en todos los que le conocen. El alcoholismo en esta edad, es una de las actividades comunes de ellos y la que pone de manifiesto cual será su futuro, si no se prevé a tiempo.

Comienzan primero probando que se siente, se exhiben ante la sociedad, haciéndoles sentir que ellos ya usan alcohol, para que los de su edad los vean, pero al final, lo que comenzó como un juego, se convierte en un trastorno para ellos, haciendo adicto o alcohólico. Eso mueve a preocupación a la sociedad, ya que cada día aumenta el número de adolescentes de ambos sexo que ingresan al consumo de alcohol. El detalle final es que luego no pueden vivir sin el, cuando ya son adultos.

2.4      Medio publicitario y consumo de alcohol en los adolescentes.

La publicidad es una forma de comunicación comercial que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio a través de los medios de comunicación.
Los medios de comunicación masiva tienen influencia para el desarrollo histórico. Algunas ocasiones obtienen una penetración hipnótica. A veces convencen, a veces enervan. En la actualidad, el consumidor se ve invadido por publicidad en los medios de comunicación. Tanto prensa, radio, cine y televisión han sido la elección de los publicistas para llamar su atención e influir en él para que consuma cierto producto o utilice determinado servicio.

Entiéndase por consumidor aquella persona que consume un bien o utiliza un producto o servicio para satisfacer sus necesidades. La motivación contenida en la publicidad juega un papel importante en el despertar del deseo o curiosidad de consumo. Se en una fuerza impulsora que le inclina hacia el producto. Parte de la motivación humana es inconsciente. Esto es porque existen en cada individuo factores que determinan su comportamiento. En muchas de las ocasiones la decisión de compra no es propia del consumidor, sino que está sujeta a lo que los demás hacen

El comportamiento del consumidor se ve influenciado por una serie de factores que pueden ser externos, sociales, tales como la familia, los amigos, la clase social, la cultura  y factores internos, personales, como el caso de la personalidad, el temperamento, la percepción, las actitudes. El reto para el publicista consiste en conocer qué es lo que necesita, motiva y desea el consumidor, y saber combinar estos tres aspectos para poder hacerle llegar un mensaje que lo lleve a comprar el producto o servicio que le ofrece.

La creencia más compartida entre los diferentes grupos de adolescentes, es que tiene que ver con la asociación entre el consumo de alcohol y las consecuencias positivas que este proporciona. Entre estas destaca una potenciación de la actividad psico-fisica: alegría, euforia, superación de la timidez y retraimiento, mejora del estado de ánimo, posibilidad de diversión e integración dentro de un grupo de amigos donde la mayoría consumen. Por eso anticipar los efectos positivos y no las verdaderas consecuencias negativas, conlleva a que se produzca un mayor consumo social de alcohol, porque solo tiene conocimientos de los efectos positivos, pero no de las consecuencias.

En resumen, los motivos principales que tienen los adolescentes para explicar el consumo de bebidas alcohólicas son:
  • Es un modo de ponerse alegre, alcanzar el punto.
  • Forma de imitación de conductas, con consumo que a veces se impone desde la publicidad.
  • Desinhibición, superación de la vergüenza.
  • El consumo actuaria como modelo de imitación y expresividad.

2.4.1 Publicidad en el consumo de alcohol de los adolescentes

Al analizar los efectos producidos por la publicidad en el consumo de alcoholes probable que el joven elija la estimulación agradable, cierta e instantánea proporcionada por el mismo. De este modo se construyen pensamientos propios no todos los que beben alcohol tendrán una dependencia física o psicológica no todos tienen accidentes  de coche, el alcohol afecta a los otros, que no controlan, pero no a mí. Que contribuyen a reforzar los efectos o ideas positivas.

Los fabricantes de alcohol no están tirando el dinero cuando se anuncian en los medios de comunicación. La publicidad de espirituosos empuja a los adolescentes al consumo, incluso lo eleva, aunque supuestamente no esté dirigida a ellos. En parte, porque la receta del éxito de sus anuncios reside en la identificación de su ingesta con diversión, evasión, posibilidad de relaciones y sexo, éxito, celebraciones, fiestas. Los lugares escogidos y los contenidos de cada promoción, hace ver a los adolescentes o espectador, que un sorbo puede cambiar su estado emocional,  convirtiendo en un elemento impulsor de la curiosidad sujetos en edad de 13 a 17 años, que ya había venido sido atraído por la idea, ya esta etapa, el individuo anda buscando cosas nuevas para insertarla a su experiencia.

Santiago, Álvarez y Otros (2003), dicen se ha demostrado “que la publicidad del alcohol es un factor moderado de incitación a probarlo entre los adolescentes”. Los spot publicitario, se pasan mayormente en programas que tienen gran influencia en la audiencia de los adolescentes, por lo que se puede decir, que está dirigido a este tipo de público, debido a que son las personas en esta etapa, quienes a esa hora consumen el contenido televisivo.

Un estudios, publicado por Pediatrics Childrens, Estados Unidos, 2009, dice que “por cada hora de más que los adolescentes ven la televisión cada día, el riesgo de inicio en el consumo de alcohol se incrementa un 9% durante los siguientes 18 meses”. Los datos muestran el impacto de la publicidad en la población adolescente que deben conocer a las autoridades.

La publicidad es usada como un medio para promover el producto de una compañía. Los fabricantes de alcoholes nacionales internacionales también usan este medio. Controlar los programas que ven los hijos, tuviera un gran beneficio para evitar que la población en edad adolescente consuma este y otros productos que en nada favorece al desarrollo del individuo. Los anuncios de cada momento reflejan distintas formas de vida y las aspiraciones sociales de la mayoría de las personas y la publicidad moldea la conducta mostrándoles nuevas ideas, nuevos estilos de vida, valores, principios, la necesidad por las nuevas variedades  de productos del mismo uso que difunde. Esta forma parte del mundo, está ligado a la cultura de masas y promueve un determinado consumo cultural. Todo ello es explicable en la medida que se reconoce la interrelación entre lo económico, lo social y lo cultural.

2.5      Ambiente social y consumo del alcohol de los adolescentes

El ambiente es medio donde las personas comparten con otros, y hacen vida social. Este medio, permite los individuos poder relacionarse con amigos, participar de actividades sociales, permitiendo saciar la necesidad individual de socialización. Los grupos sociales, pueden servir de palanca, que le permita crecer y formarse como líder, pero también puede incidir en la adquisición de hábitos perjudiciales para la buena convivencia.

El adolescente busca ser aceptado en la sociedad donde hace vida, es por eso que trata de hacer amigos y compartir con ellos. El estilo de crianza aplicado usado en casa, tiene mucho que ver en si hacen lo que sus amigos hacen o si tienen el deseo y la decisión de actuar de forma diferente.  Pero esto no asegura que los adolescentes tomen en cuenta la formación hogareña, cuando están la sociedad. Como están en grupo de pare, su mayor deseo es ser aceptado por los compañero y adolescentes de su edad, y es ahí donde radica la influencia del ambiente social en le consumo de alcohol de los adolescentes.

De acuerdo a Ventura, F. (2003), hizo un enfoque atinado acerca de los factores que inciden en el consumo de alcohol, por parte de los adolescentes, clasificándolo de la siguiente manera:

·         Amigos consumidores. Los adolescentes hacen amigos con personas de su edad y quizás con algunos años más que ellos, debido a que la próxima etapa es la juventud o adultez. Estos adultos se convierten muchas veces en los maestros de comportamiento de los sujetos adolescentes. Los amigos consumidores, son influencia negativas y los principales propiciadores de que los adolescentes se inicien en la práctica

·         Invitación al consumo. Es el llamado brindis de entrada. La persona consumidora cuestiona al adolescente cuando este no lo hace. Es una forma de decirle quizás que no está en la onda, por lo que siempre insisten en la invitación al consumo, llegando el momento en el que adolescente acceda a probarlo, primer paso para entrar al consumo.

·         Ambiente de consumo frecuente. Se da mayormente en los barrios de bajo nivel económico o en los lugares apartados de la ciudad, donde el único medio de diversión son los billares, pequeñas cafetería y barras familiares. Los niños en estos lugares están pendiente de su rápido crecimiento, para poder entrar y jugar billar, compartir como lo hacen sus amigos en esa edad. Eso es lo que ven. Es uno de los elementos más influente del ambiente social en el consumo de alcohol desde la adolescencia.

·         Actividades que incluya bebida alcohólica. Son invitaciones y actividades que el adolescente aprovecha para iniciar su vida con un poco de independencia. Aunque el móvil en primer momento no sea tomar, el ambiente en el que esta participando es propicio y te incita a probar una copa. Los amigos le ofrecen apoyo con frase como yo te llevo a casa, te quedas a dormir, siendo la ventana y palabras de bienvenida al mundo del consumo de alcohol.

·         Necesidad de aceptación. La relación que el adolescente tenga con su familia es determinante para saber a que edad los adolescentes podrán iniciar a tener comportamiento de adultos. Los adolescentes comparten todo con los amigos de su edad y una forma de sentirse aceptado es imitando su conducta. La necesidad de aceptación no solo lleva al consumo de alcohol, si no también de otras drogas.

  • Curiosidad ambiental. El hecho de que los amigos de su edad ya hayan incursionado en ese mundo, es una razón para que el adolescente sienta curiosidad. Esto es lo que lo lleva a tomar el primer sorbo de alcohol. El primer trago es proporcionado por los amigos, quizás por cortesía, pero en la mayoría de los casos, el individuo de una forma u otra ya ha sentido el deseo o curiosidad de probarlo, pues como los demás lo hacen, le gustaría saber que se sienten. Es una acción que se da tanto en varones como en hembras.

Son muchos los elementos del ambiente social que pueden incentivar a los adolescentes al consumo del alcohol. El ambiente proporciona elementos suficientes, según se puede ver, que motivan al adolescente en medio de la etapa de búsqueda que se inicien en este mundo del consumo, pudiendo tener gran influencia el tener amigos tomadores, que al mismo tiempo los inviten a tomar, la que después se le hace difícil de dejar.

2.6      Incidencia de la comunicación familiar en el consumo de alcohol de los adolescentes.

La comunicación familiar tiene una estructura compleja en donde figuran en todo momento no sólo mensajes interpersonales directos, sino un sistema de señales muy valiosas para que la persona que recibe el mensaje se percate de la categoría correcta a la que debe encuadrarse la secuencia de los mensajes transmitidos. Este sistema de señales constituye algo serio en forma literal o de metáforas. Tal serie de señales suele ser extraverbal y se modula mediante el tono de voz, la mímica y los gestos.

Existe una especie de comunicación contradictoria, llamada de doble vínculo, esta se observa sobre todo en el proceso educacional y consiste en la asociación  de un mensaje de cariño con un metamensaje de hostilidad. A este tipo de comunicación se le conoce como disfuncional, ya que se envían mensajes indirectos, enmascarados y desplazados. Para que la comunicación sea funcional debe ser clara, directa, congruente, que sea entendido por los miembros, que es lo que se quiere expresar.

La comunicación en la familia debe darse fluida y con constantemente, como forma de poder mantener el contacto y el control de lo que hacen los hijos, creando el hábito en los miembros del sistema. La falta de comunicación de padres a hijos puede convertirse en un elemento negativo en la conducta que estos pueden asumir, ya que sus amigos, son los menos indicados y quienes les dicen lo que a sus padres le toca.

2.6.1 La familia y su estilo de comunicación

La familia es la primera escuela donde aprendemos cómo comunicarnos. La forma como aprendemos a comunicarnos en nuestra familia de origen determinará cómo nos comunicamos con los demás. Así el niño comienza aprendiendo gestos y tonos de voz de sus padres y hermanos, comunicándose a través de ellos. En este caso, es la familia la que entiende e interpreta lo que quiere decir. Así las familias establecen formas de coordinarse que determinan y satisfacen las necesidades de todos sus miembros. La forma de comunicarse que tienen los miembros de la familia, determinará la forma en que los niños que en ella crecen aprendan una manera de emocionarse y de pensar. Esto significa que cada familia enseña a través de la forma que tiene de comunicarse, su estilo particular; los valores, forma de pensar y mirar el mundo.

2.6.2 Comunicación en la familia; Relaciones dentro de la familia.

La familia tiene distintos niveles para comunicarse. De acuerdo a ello se establecen grupos que tienden a tener un cierto tipo de relación en su interior y con el otro grupo: nos referimos a los padres y los hijos. Al interior de cada uno de estos grupos existe una relación de igualdad. Esto es, los padres - ambos adultos - establecen una comunicación como padres entre ellos para ejercer mejor su función.

A su vez, los hijos establecen una comunicación de hermanos, iguales, que les permite pasarlo bien, jugar y ejercer su rol de hijos frente a los padres. En un nivel distinto de comunicación se encuentra la pareja que constituye un espacio exclusivo de los adultos y que no tiene que ver con la crianza de los hijos, ni con la mantención de la casa. La pareja existe en torno a la comunicación de ellos como pololos, amigos y amantes.

La relación dentro de la familia puede convertirse en medio de prevención para ciertos tipos de conducta no adecuada. Cuando es funcional con los diferentes subsistemas, esta se convierte en un lugar placentero para sus miembros, pero cuando es disfuncional, éstos salen a buscar fuera, con sus amigos, en su ambiente, lo que no tiene en su hogar.

2.6.3 Comunicación en la familia. Reglas

Las familias fijan reglas para convivir que están de acuerdo a los valores y normas que los guían. Estas reglas por lo general son definidas y aplicadas por los padres. En algunas familias y de acuerdo a su estilo y valores, los padres permiten que los hijos participen en la discusión de permisos, salidas, paseos, deberes en la casa. El que los hijos participen o no de estas decisiones dependerá de la forma que cada familia tenga de ejercer el poder en su interior.

Cuando los padres no logran acuerdo y tienden a discutir frente a los niños, o uno se alía con los hijos contra el otro, se tienden a generar problemas a nivel de la organización de la familia, que son difíciles de resolver dictadura de los hijos, negación de la autoridad de uno de los padres, que dan origen a los habituales problemas conductuales en los hijos. Lo habitual es que los padres hagan uso de los castigos como forma de lograr que los hijos cumplan con las normas que se han fijado.

2.6.4 Comunicación familiar: factor de riesgo de consumo de alcohol.

La comunicación es el medio o momento de interacción, en  que los miembros de la familia tienen la oportunidad de expresar los sentimientos, así como como definir las reglas y los límite que regirá el sistema y a sus miembros. En este sentido, la comunicación familiar es un arma de doble filo en la formación de conducta de los hijos, pues dependiendo de la calidad y el tiempo dedicado a la misma, puede formarse un buen o mejorable sujeto. Es por eso, que los psicólogos familiares abogan por que la comunicación en estas pequeñas unidades de la sociedad, lo que permitirá conocer los sentimientos buenos o malos de los miembros.

Las familias tienden a generar un proceso de comunicación con democracia, en donde todo debe ser consensuado estableciendo relaciones de igualdad, equidad y de participación armoniosa. Una buena comunicación parte del reconocer que cada uno de los miembros de la familia tiene un lugar: El padre y la madre tienen la responsabilidad de ser guías de sus hijos e hijas, quienes deben reconocer su autoridad, respetarla y apoyarse en ellos; todo esto en relación armoniosa contribuirá a que se forme una personalidad adecuada.

La comunicación disfuncional pone en riesgo a los miembros de la familia. Cuando no existe este espacio, miembros no tienen una relación cercana ya que la comunicación une y crea un clima de confianza en cada uno de los subsistemas. La falta de la misma no permite que se conozca con quienes forman el importante núcleo social, provocando que cada uno ande por ahí, sin que nadie se interese por lo que pase. Es por eso que la comunicación puede permitir o no que los adolescentes se inicien el consumo de cualquier sustancia, incluyendo alcohol, sin que los padres se den por enterado de lo que está sucediendo, porque como nunca hay nada que comunicar, los sujetos buscan personas que los escuche y le hagan sentir que si le importa como persona.

La comunicación es el medio de los pares saber que sienten los hijos, su estado emocional, sus deseos, lo que molesta o le hace sentir bien. Es de ahí que se dice que la comunicación disfuncional puede convertirse en factor de riesgo para el consumo de sustancia alcohólica.

2.6.5 Cuando la comunicación familiar se convierte en factor a favor del consumo.

La comunicación en cualquier ámbito debe ser fluida, clara y muy precisa. Cuando la comunicación es tímida o mala, pone en riesgos a los miembros en etapa de adolescencia, lo que no favorece la salud del funcionamiento familiar. La comunicación familiar se convierte en factor de riesgo de consumo de alcohol en los adolescentes cuando:

a)      No existe el intercambio de ideas. Solo habla el padre o la madre. Los demás deben escuchar y nada más. Esto crea una rabia y cúmulo de tensión, que lleva los demás miembros a buscar la forma de liberar toda esa tensión, buscando refugio en amigos y compartiendo tragos.
b)      Los códigos no son entendibles. Quienes toman el control o papel de moderador deben estar consiente que una conversación entendible, favorece la actitud de los miembros del sistema. Por eso no se debe hablar en parábola, si no decir las cosas claras. Como nada se le ha dicho en concreto, consumir alguna sustancias, entre ella alcohol no esta prohibido.
c)      Comunicación negativa. Domínguez, L. (2008) citando a Bowen, dice que este tipo de comunicación se da, “cuando la familia se juntan para resaltar las cosas negativas”. Cuando se anuncia que hay una reunión familiar, todo el mundo se comenta que habrá pasado ahora. Evitar que eso pase en los momentos solemne de comunicación va a permitir que los hijos les pregunten por las consecuencia, o por la edad, que los padres puedan comunicarle y hablarle de  que su etapa de vida esta llena de elementos de riesgos, como la invitación a ingerir cualquier sustancias como el alcohol, que parece de moda o normal su uso, pero que al final sus resultados no son los deseables.
d)     La conversación se convierte en elementos de persecución. Los padres que no permiten que los hijos expresen, lo que a su juicio ellos deben cambiar. Si estos lo hacen, pueden crearle un sentimiento de persecución, endureciendo las normas implícitas y demostrándoles que es el padre. Ya los adolescentes prefieren no hablar, contarle sus cosas a sus amigos, quienes los consuelan brindándole una copa de alcohol.
e)      No existen reglas ni limites familiares. Dúnker, J. (2007) plantea en su marco tridimensional, que “las familias con padres personalidad tipo B (Vergüenza) corren el riesgo de que los hijos de ambos sexo comiencen el consumo a partir de los 11 años, edad en que comienza la adolescencia”. Este tipo de familia no tiene regla, no tiene límites claros ni reglas definidas, o sea hasta donde puede llegar el comportamiento de cada uno de los miembros. Es posible que los padres estén acostados, mientras que los hijos adolescentes deambulen por las calles, llegando a la casa después de la media noche y ellos ni se enteran. Las reglas y límites en la familia facilita el sano funcionamiento del sistema y evita los riesgos de conducta, entre ella el consumo de alcohol, que es una tentación para los adolescentes.
f)       Las reglas no son conocidas. Las familias sin reglas conocidas, no tiene limite tampoco, por eso, cuando la comunicación es funcional, existen menos riesgos de que los adolescentes caigan en el consumo de alcohol. Los padres tienen como reglas que todos deben estar en casa a una hora fija, pero nunca se lo comunicaron a los miembros de la familia. Cuando no se conocen las reglas familiares, no hay garantía de que los hijos actúen como debieran.

La familia puede prevenir conducta no deseada en los miembros. La comunicación funcional se caracteriza por el intercambio de impresiones, informaciones, o sea, interacciones constante, para bien de todo el sistema. Cuando no se da de forma funcional, pues los miembros del sistema corren el riesgo de salir a buscar a otro lado, debido a que la comunicación es una necesidad, además, por la etapa, los adolescentes necesitan hacer preguntas y recibir respuesta, así como expresar los sentimientos, negativo o positivo, pero recibiendo siempre la respuesta que necesitan y la explicación que buscan.

El proceso socializador familiar es muy importante, y los padres, tanto como los hermanos, son las principales influencias en la formación de un patrón de consumo de alcohol. Es esencial la comunicación entre padres e hijos: cómo prevenir y resolver problemas, cómo intervenir, cómo fijar las normas, y cómo establecer normas claras de comportamiento. Igualmente ayuda la comunicación entre padres, con otras familias, para comprender que se encuentran en situaciones similares. Es necesario que los padres sean capaces de proporcionar información a sus hijos, de comunicarse con sus hijos y hablarle sobre el alcohol y sus consecuencias, pues necesitan conocimientos suficientes que le ayude a decidir que no, cuando alguien se lo ofrece.

2.7 Comportamiento social de los adolescentes consumidores de alcohol.

Pérez y Zapata (2008), dicen que el comportamiento social “es el conjunto de pautas de conducta que organizan la relación entre los individuos que conforman un grupo”. Es la manera de proceder que tienen las personas en relación con su entorno o mundo de estímulos que le rodea. El modo de actuación en su globalidad, con respecto al medio en el que habita, existiendo una finalidad de carácter adaptativo que le convierte en una de las claves esenciales del proceso evolutivo, al estar constantemente sometido a la variación de los criterios selectivos y, por tanto, a los selectores directos del cambio.
Las prácticas que se pasan de generación en generación por décadas, pasando por un proceso evolutivo a nivel cultural, son los que más influencia tienen en la realidad. Esto hace que en estas prácticas culturales el comportamiento de una persona intervenga en el comportamiento de otra persona que influye a la otra persona despertando el deseo de imitar su accionar. Esto crea la misma estructura cultural que se construye por los diferentes comportamientos de la sociedad.

2.7.1 Consumo de alcohol y comportamiento social del adolescente.

El consumo de alcohol durante la adolescencia tiene muchos riesgos en el comportamiento social. El primer trago lo hacen pensando que no pasaran de ahí, y después de haberlo hecho, continúan con la misma idea, por lo desagradable que le parece su sabor, pero, con el consumo frecuente, llegan ha convertirse consumidores activos, ganándose la aprobación de los grupos de iguales, pero perdiendo el respeto de la sociedad y causándole problemas al sistema familiar.

Según Bautista, J. (2003) “el comportamiento social de los adolescentes, cambian después de haber ingerido la primera dosis de sustancia psicoactiva, porque le hace sentir que tiene una edad mayor”. Emocionalmente se creen personas maduras, queriendo actuar como tal. Dejan la escuela o casi no asisten, porque ven el trabajo como primordial en el momento.

Bautista, J. (2003), hizo un enfoque atinado acerca comportamiento social de los adolescentes después del consumo de alcohol, clasificándolo de la siguiente manera:

·         Estilo de vestimenta. Todo consumidor adolescente, comenzó la práctica inducido en un grupo social juvenil de su edad. La vestimenta es una forma de mostrarle a sus amigos que ya están decidido a formar parte de su grupo. Pantalones ancho o muy estrecho, tenis, tsher con imágenes rara, son exhibiciones por parte de los adolescentes que han entrado al mundo del alcohol.
·         Recortada. Sus amigos se recortan rarísimo y así lo hacen también. Por eso es imprescindible la funcionalidad, reglas y límites familiares para evitar pasar por ese dolor.
·         Exhibición en los lugares públicos. Es un orgullo para ellos cargar una botella de alcohol visible, enviándole el mensaje a la sociedad de que ellos saben lo que es alcoholizarse. No lo hacen tanto por placer, si no para que la sociedad sepa que ellos están en eso.
·         Sexo a temprana edad. Es otro de los comportamientos preocupante. El individuo que inicia consumo de alcohol o sustancia en la adolescencia, también esta en riesgo de iniciar relaciones sexuales a temprana edad. Los padres de las adolescentes le permiten amores público a los 13 y 14 años de edad. Para estos, como no son adultos y la etapa es de descubrimiento, el móvil de una relación amorosa es llegar a la práctica sexual.
·      Comportamiento agresivo. Como toda sustancia psicoactiva, el alcohol es un desinhibido. La personas usan el alcohol con varias intenciones: armarse de valor, para expresar lo que quieren o para sentirse bien y compartir socialmente. El adolescente consumidor tiene problemas de disciplina desde la escuela hasta el hogar. Mayormente son persona con baja autoestima, que no se le formó su carácter adecuadamente y que no tienen sentido de pertenencia ni amor propio.

·                     Dependencia del alcohol. El alcohol es una sustancia adictiva que crea una dependencia similar a la de las drogas. En el caso de los adolescentes el riesgo es mucho mayor porque no tienen la voluntad de controlar la ingesta, llevando a depender de él a cada momento. El hábito se hace tan fuerte, que en muchos de los casos toman diario.


Persona inician su vida de trabajo a partir de los 13 ó 14 años, aumentando el riesgo de dejar los estudios. El propósito es comprar ropa a la moda, los aretes, tatuajes y los fines de semana pasarla bien tomando ron con sus amigos.

·         Conducta de robos y venta de estupefacientes. Para conseguir dinero para el consumo inician robando pequeñas cantidades de dinero a la familia y cuando ya se ha convertido en una adicción lo que comenzó con una curiosidad, el robo se hace un habito, llegando a preso en algún momento por atracos, robo en colmado, etc. O convirtiéndose en distribuidores de estupefacientes para conseguir dinero fácil poder mantener el vicio, que incluido consumo de alcohol.

·         Trastorno de la personalidad. Los adictos al consumo de alcohol presentan trastorno de la personalidad esquizoide. Andan en la calle muchas veces semi desnudos, con los zapatos en la mano, corriendo de calle en calle, duermen en los parques, en las aceras. Son persona que han perdido el estado consiente, debido a que el consumo de sustancia psicoactiva ha destruidos las neuronas cerebrales.

  El comportamiento social que asumen los adolescentes después que comienzan a ingerir alcohol es poco aceptado por la sociedad. Lo juzgan mal por la apariencia, pues la forma de vestimenta, recortada y hasta el comportamiento violento que presentan hace que se califique como delincuentes y aunque solo consuma alcohol, lo ubican dentro de los que usan otro tipo de sustancia. Aunque para ellos es estar a la moda, esto le dificulta insertarse al mundo laboral, por lo que mucho vagan por la calle y al final, comenten actos delictivos, otro estilo de comportamiento desaprobado por la sociedad y penado por la ley.

2.8 Métodos aplicados con los adolescentes para prevenir el consumo de alcohol.

Para Martínez, M. (2003), “el consumo de alcohol a edades tempranas representa un riesgo para el desarrollo de niños y adolescentes, así como para sus familias y comunidades”. Existen situaciones y condiciones que protegen a la familia contra el consumo de alcohol, incrementan la resistencia y disminuyen el riesgo de uso. Por eso es importante ayudar a hijos a evitar el consumo de éste, pues no solo afecta a la familia del consumidor, si no que el barrio, la sociedad y todo el que lo conoce sale afectado.

Los padres de familia desean para sus hijos una vida saludable, un desarrollo pleno. Sin embargo, en ocasiones se presentan obstáculos que dificultan dicha meta, uno de ellos es el consumo de alcohol. Por tal motivo, es necesario que como padre de familia se prepare para llevar cabo conductas que le permitan prevenir el inicio en el consumo de esta sustancia, por medio de fortalecer los factores que protegen a los miembros de la familia y evitar los que promueven conductas no saludables.

Otero y Riaño (2011), creen que “el consumo de alcohol ha aumentado entre los adolescentes debido a la falta de conciencia de la población”. La falta de responsabilidad de algunos comercios y la poca conciencia y percepción del riesgo que tienen los individuos a esta edad, hacen que sea raro que un adolescente no consuma o no haya bebido alcohol alguna vez. Los adolescentes de trece años ya practican habitualmente el botellón. La inconsciencia y la ignorancia de los riesgos que conlleva, provocan que esta práctica empiece cada vez a edades más tempranas. La euforia, la facilidad de relación y la evasión son algunos de los motivos que los jóvenes defienden para consumir bebidas alcohólicas.

Lo que no saben es que las consecuencias pueden ser nefastas: deterioro mental, dificultad para pensar, fracaso escolar, disminución de la fuerza física, y enfermedades como la cirrosis hepática, hipertensión o cardiopatías.

2.8.1 Método de prevención del consumo de alcohol en adolescentes

Goris, D. (2009), plantea que para prevenir el consumo de alcohol en los adolescentes, “se hace necesario un programa de intervención, integrado por las diferentes medios, que llegue a las población que se persigue”. Muchas veces los adolescentes llegan al consumo, porque tuvo a nadie que le educara sobre el mismo. Mientras la televisión y la radio están lleno de comerciales que inducen a la celebración a través del consumo de alcohol, nadie se preocupa por decirle a la población en esta edad, las consecuencias de usarlo.
Goris, D. (2009), haciendo un análisis acertado sobre los métodos preventivos de consumo de alcohol, dice que los mismos deben fundamentarse en diversos medios que lleguen a la población necesitada, por lo que establece que la mejor forma de llegar a ellos es utilizando los siguientes medios:

  • Establecer campañas informativas por medio de folletos, trípticos, en forma oral, con el fin de empezar a hacer consciente a la población de la problemática, tratando de tocar puntos esenciales, tales como: qué es el alcoholismo, en qué consiste, por qué se da, cuáles son los efectos que produce la ingestión excesiva de alcohol, lugares a donde se puede acudir a solicitar información, ayuda.

Se trata de elevar la conciencia del problema y establecer mecanismos efectivos para modificar hábitos, conductas y actitudes inadecuadas que consisten en educar para evitar que quienes no han consumido drogas lo hagan.

  • Implantar programas educativos con el fin de empezar a prevenir el consumo de alcohol en las futuras generaciones y buscar nuevas soluciones.
  • Aplicación de estrategias Informativas: La información constituye un eslabón más en la educación preventiva del uso de alcohol. Pero para que la información influya en un comportamiento debe englobarse en un proceso activo de aprendizaje, en el marco de un programa integral de prevención.

Tratamiento adecuado de la imagen que se ofrece de los adolescentes en las campañas, siendo conscientes de que una imagen de éstos es más eficaz que la utilización de mensajes negativos o moralizantes.
  • Asumir que los medios de comunicación son también un ámbito para la educación, aunque por el momento no estén desarrolladas todas sus posibilidades.

  • Estrategias Formativas: Se trata de una forma de intervención que se centra en la formación integral del individuo con la intención de lograr que éste, por decisión y control propio, prescinda libremente del uso de alcohol, aumento del autoconocimiento, clarificación de valores y asunción de responsabilidades.
  • Generación de alternativas: Normalmente el consumo de alcohol cumple una determinada función para el individuo. Las alternativas sugeridas también debían ser numerosas y diversas, abarcando el ámbito de lo físico, lo sensorial, lo emocional, lo evolutivo, lo intelectual, lo social. Estas alternativas, es aconsejable, que se centren en la identificación y generación de recursos propios frente ala oferta externa.
  • Campaña supervisada en contra de la venta a menores. En la que se penalice a los establecimientos que vendan alcohol a este segmento de la población.

Debe incluir un programa de intervención, además:
  • Fomento de la responsabilidad. Hay que educar a los adolescentes para que sean responsables. Que entiendan y asuman los riesgos de determinadas conductas.
  • Reforzar autoestima. Cuando los adolescentes tienen suficiente autoestima, es decir, están seguros de sí mismos es mucho más improbable que necesiten estímulos externos para sentirse bien o relacionarse socialmente.

  • Implantar normas. En algunos países, la permisividad hacia el consumo de alcohol, incluso entre los adolescentes, es muy alta. Pero si  se quiere que los hijos no corran riesgos en este sentido, se debe imponer normas claras sobre la prohibición de su consumo.

  • Controlar las salidas. En la mayoría de los casos, el consumo de alcohol entre los adolescentes se produce en los fines de semana y durante los festivos y por las noches. Se pueden evitar algunas de esas situaciones estableciendo una hora de vuelta a casa temprana.

Los métodos de prevención de la conducta de consumo de alcohol en los adolescentes debe contar con el esfuerzo mancomunado de la familia, la escuela, la sociedad e instituciones preocupadas por el futuro de su barrio, del su pueblo y la sociedad. A través de los medios y los programas que promueven el consumo del alcohol, también presente la campaña dirigida a la prevención del consumo en los adolescentes que todavía no lo han probado. Todos los métodos propuesto por el autor antes mencionado tienen su importancia, pero solo surtirán efectos si se unen las personas que tienen influencia en la vida de los adolescentes y sobre todo se tome como una responsabilidad de todos, porque hoy le toca al hijo de un amigo, pero mañana puede ser un familiar cercano quien viva la experiencia.

BIBLIOGRAFIA

Acevedo, A. (2000) Alcohol en la Adolescencia. Editora Búho. Santo Domingo.
Aguirre, M. (2006). La adolescencia y el alcohol: manual de prevención para los padres. Ediciones MaCGraw Hill. México.
Altarriba, F. (2008) Adolescentes y alcohol. Editora Arcoiris. Colombia.
Bautista, J. (2003). Consumo de alcohol y prevención. Departamento de Publicaciones Pontificia Universidad Católica de Argentina. Argentina.
Goris, D (2009) Intervención socioeducativa en el tratamiento de las adiciones. Editora Paixas. Barcelona, España.
Marine, B. Alcohol y Adolescencia: hacia una educación preventiva. Editora Centroamericana. Colombia.
Martínez, M. (2003). Prevención de consumo de alcohol en adolescentes y familia. Ediciones CEAC. Barcelona.
Miranda, J. (2007) Adolescentes: Ocio y consumo de alcohol. Editora CECASA.  México.
Otero y Riaño (2011) Adolescencia: etapa de sueños. Ediciones Universidad Estatal a Distancia. Costa Rica.
Richard, R. (2005). Alcoholismo en la juventud. Editora del Norte. Bogotá.
Santiago, Álvarez Muñiz y Lomba (2006) La fuerza de la publicidad. Ediciones Texeiro. Brasil.
Toro, R. (2009) Adolescencia y Alcohol. Editora Frapier. Venezuela
Vargas, D. (2007) Adolescencia, Alcohol y educación.  Edit. Amigo del Hogar. Santo Domingo.
Ventura, F. (2003). Diagnóstico de Psiquiatría. Ediciones Mac Graw Hill. México.
Vergé, K. (2007) Psicología del Desarrollo: Infancia y adolescencia. Editora Vitaluz. Venezuela.