Funcionalidad Familiar y su
Relación con el Inicio Precoz de la Actividad Sexual de los Estudiantes, en
Edad de 13 a 17 años.
2.1.1
Antecedentes Internacionales
2.2.3
Familia con Hijos Adolescentes
2.3
Adolescentes e Inicio de la Relación Sexual
2.3.2
Actividad Sexual en los adolescentes.
2.3.3
Causas de la Actividad Sexual en la Adolescencia
2.3.4
Consecuencias de la Actividad Sexual en la Adolescencia
2.5
Características de una Familia Funcional
2.6 Características de la
Familia Disfuncional
2.7
Comunicación en el Sistema Familiar
2.7.4
Comunicación Informativa
2.7.5
Comunicación Afectiva – Valorativa
2.8.2
El Apego Excesivo o Sobre Involucramiento
2.9
Adaptabilidad en la Familia
2.10
Afectividad en la Familia
2.12
Funcionalidad Familiar y su Relación con el Inicio de la Actividad Sexual
Precoz
2.12.1
Disfuncionalidad Familiar y su Relación con el Inicio de la Actividad Sexual
Precoz
2.13
Test de Funcionamiento Familiar FF-SIL
CAPITULO II: FUNCIONALIDAD FAMILIAR Y EL
INICIO PRECOZ DE LA ACTIVIDAD SEXUAL
En este capítulo, se realiza una
revisión de la literatura, presentando diferentes aportes de autores nacionales
e internacionales relacionados con el tema de la funcionalidad familiar y su
relación con el inicio precoz de la actividad sexual de los estudiantes del
Liceo Nocturno profesor Juan Bosch de la Comunidad Hato Mayor de la ciudad de
Santiago de los Caballeros.
2.1 Antecedentes
Orozco
y Díaz (2018, citando Retamozo, 2014), plantea que el antecedente de la
investigación: “Consiste en una breve revisión bibliográfica exploratoria donde
se muestra el conocimiento de las principales referencias escritas sobre su
tema, es decir, los antecedentes de la investigación son todos aquellos
estudios que se han realizado sobre el tema de investigación que estamos
investigando.
2.1.1 Antecedentes
Internacionales
Solís
(2015), realizó un estudio titulado “Causas socio familiares que predisponen al
inicio de la actividad sexual precoz en los adolescentes de la Unidad Educativa
SOFOS” para la Universidad Politécnica Salesiana de Guayaquil, Ecuador, con el
objetivo de determinar las causas socio familiares que ocasionan el inicio de
actividad sexual precoz en los adolescentes de la unidad educativa Safos. En
cuanto a la metodología utilizada, es un estudio descriptivo, aplicativo,
transversal, no experimental. Participaron 52 estudiantes, 20 docentes y 52
padres de familia del 9no año, en cuanto a los instrumentos se utilizaron una
guía de observación y un cuestionario. Como resultados se obtuvo que el 100% de
los estudiantes está muy en desacuerdo, ya que por parte de su familia no han
recibido información acerca de sexualidad.
La
autora llegó a la conclusión que: Las causas principales de un despertar precoz
en los adolescentes son las familias disfuncionales, hogares monoparentales,
padres separados, el medio donde vive y amistades. Los estudiantes en su
totalidad desconocen sobre temas de educación sexual, a pesar de vivir en la
era de la información lo que induce a iniciar una actividad sexual precoz. En
las encuestas se ha constatado que los estudiantes se dejan llevar por el
ambiente del hogar y por el entorno de amistades, esto predispone el inicio de
la sexualidad, el desconocimiento sobre estos temas es donde se inicia el
problema de tener una actividad sexual precoz en la adolescencia. (p.90)
López
y Mendoza (2018) realizaron una tesis titulada “Ambiente familiar y su relación
con el inicio de las relaciones sexuales en alumnos de 4to y 5to Grado del
Nivel Secundario de la Institución Educativa Nº 1219 José Carlos Mariátegui,
Santa Anita – 2018” para la Universidad Privada Norbert Wiener de Lima, Perú,
con el objetivo de determinar la relación que existe entre el inicio de la
relaciones sexuales y el ambiente familiar en alumnos del 4to y 5to Grado de
Secundaria de la I.E Nº 1219 José Carlos Mariátegui – 2018. Mediante una
metodología no experimental, cuantitativa, correlacional, descriptiva de corte
transversal y un cuestionario como instrumento, los autores llegaron a las
siguientes conclusiones:
Existe
relación entre el inicio de las relaciones sexuales y el ambiente familiar de
los alumnos de secundaria respecto a la madre, pero no existe relación respecto
al padre. En cuanto al inicio de relaciones sexuales en adolescentes del nivel
secundario, predominaron aquellos que no iniciaron relaciones sexuales, seguido
de los que si iniciaron relaciones sexuales. El ambiente familiar es
considerado deficiente por ambos padres.
Vera
(2018) realizó una tesis titulada “Funcionalidad familiar y su relación con el
inicio precoz de la actividad sexual en adolescentes de edades comprendidas
entre 13 a 15 años de edad del Colegio Bachillerato Zapotillo del cantón
Zapotillo”, para la Universidad Nacional de Loja Facultad de Salud Humana y
Psicología Clínica de Loja, Ecuador, con el objetivo de analizar la
funcionalidad familiar y su relación con el inicio precoz de la actividad
sexual en adolescentes de edades comprendidas entre 13 a 15 años de edad del
Colegio Bachillerato Zapotillo del cantón Zapotillo. Con una investigación no
experimental y con metodología descriptiva, cuantitativa y transaccional los
sustentantes concluyeron que:
En
cuanto a la funcionalidad familiar, se determinó que de los adolescentes
evaluados en edades comprendidas entre 13 a 15 años de edad del Colegio
Bachillerato Zapotillo del cantón Zapotillo, pertenecen a una familia
moderadamente funcional, es decir, que la población en su mayoría no presenta
alteración en la dinámica familiar. Al efectuar la relación entre el
funcionamiento familiar y el inicio precoz de la actividad sexual se pude
determinar que: en los adolescentes de 15 años de edad se centra el mayor
número de casos en cuanto al inicio de la actividad sexual situándose entre los
13 y 14 años de edad, los mismos que pertenecen en su mayoría a una familia
moderadamente funcional. En este caso, la desintegración o disfuncionalidad
familiar no repercute en el inicio precoz de la actividad sexual. (p.60)
2.1.2 Antecedentes Nacionales
Santos y Ramos (2014) realizaron una
investigación titulada “Factores psicosociales que inciden en el inicio de las
relaciones sexuales precoz en las adolescentes en edades de 13 a 15 años en los
grados de 1ero a 3ero del Nivel Medio del Liceo Onésimo Jiménez Vespertino, Los
Pepines, Santiago de los Caballeros, República dominicana” para la Universidad
Abierta Para Adultos (UAPA), con el objetivo de analizar los factores
psicosociales que inciden en el inicio de las relaciones sexuales precoz en las
adolescentes en edades de 13 a 15 años. Mediante una metodología no
experimental, descriptiva, transaccional de corte transversal y un cuestionario
como instrumento, los investigadores llegaron a la conclusión que:
La
sexualidad es un fenómeno relacionado a la sociedad y cultura en el que se
desarrolla un individuo. Depende en gran medida del contexto social, cultural y
familiar que le rodea. La gran carga de responsabilidad parental es un factor
que incide en la percepción de las adolescentes y las hace sentir preparadas y
maduras para la toma de decisiones en la vida. Las condiciones de escasez
económica, lo cual, y como bien señala esta investigación, las hacen más
vulnerables. Este factor incide en la toma de decisiones equivocadas como lo es
el inicio de las relaciones sexuales precoz. Esto se explica mejor puesto que
muchas de estas jóvenes no tienen un proyecto de vida y entienden que sus
oportunidades son limitadas. La falta de valores, se ha demostrado que en
hogares donde se inculca la fe cristiana o el culto a Dios las adolescentes
retardan la decisión de experimentar las relaciones coitales. El consumo de
drogas legales, así como las ilícitas son factores que inciden
determinantemente, según los datos recogidos en esta investigación, para que
las adolescentes inicien su vida sexual. (p.97)
Espinosa
(2021) presentó una investigación a la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña
(UNPHU), titulada “Grado de funcionabilidad familiar en adolescentes
embarazadas que acuden a la consulta externa del Hospital Maternidad Nuestra
Señora de la Altagracia, marzo - mayo, 2021”. Mediante una metodología de tipo
descriptivo, prospectivo y de corte transversal con el objetivo de valorar el
grado de disfuncionalidad familiar en adolescentes embarazadas que acuden a la
consulta de obstetricia del Hospital Docente Universitario Maternidad Nuestra
Señora dela Altagracia, marzo - mayo, 2021, una muestra de 100 adolescentes
embarazadas escogidas de forma aleatoria simple de las que acudieron a la
consulta externa de dicho hospital y aplicando un protocolo de
investigación previamente diseñado, la investigadoras pude concluir que:
De
las 100 adolescentes embarazadas encuestadas, en el 84 por ciento de los
hogares existía disfunción familiar. El 54 por ciento se encontraban entre
17-19 años de edad. Un 57 por ciento vivían en unión libre. Un 77 por ciento
tenían un nivel medio de escolaridad. El 17 por ciento tenían 2 embarazos. Un
39 por ciento presentaron un test de APGAR con disfunción leve y finalmente el
43 por ciento presentaron un ciclo vital familiar de extensión completa. (p.51)
2.2 La Familia
Meza
y Páez (2016), sostienen que “Sin duda, el ambiente familiar influye de manera
decisiva en la convivencia de los estudiantes en la escuela. Las relaciones
entre los miembros de la casa determinan valores, afectos, actitudes y modos de
ser que se van asimilando desde que se nace” (p.21). Por lo tanto, se puede
inferir que la convivencia escolar es un valor que se aprende con la
participación de la familia
En
cuanto a la familia destacó que la misma ha permanecido inmersa en cambios
generados en la sociedad producto del desconocimiento de una estrecha relación
entre esta y los valores. Dioses (2018), citando a Zurro & Pérez, (2005),
plantea que por familia se entiende la unidad biopsicosocial, integrada por un
número variable de personas, ligadas por vínculos de consanguinidad, matrimonio
y/o unión estable y que viven en el mismo hogar. La familia cumple funciones
vitales que otros grupos no pueden llevar a cabo eficazmente. Dichas funciones
comprenden la reproducción, la relación sexual, la educación y la subsistencia.
Para
Lozada (2017) la familia es un sistema abierto conformado por un grupo complejo
de sujetos en permanente evolución, que comprende miembros en desiguales fases
de crecimiento que desempeñan roles y funciones interrelacionados y
diversificados. Por consiguiente, busca en contribuir con el logro progresivo
de la identidad, sentido de valía personal y profesional, cuidado, organización
y desarrollo de sus integrantes. Según Gutiérrez, Díaz y Reyes (2017), la
familia es el determinante primario del destino de una persona. Proporciona el
tono psicológico, el primer entorno cultural; es el criterio primario para
establecer la posición social de una persona joven.
Por
lo tanto, la familia, construida como está sobre genes compartidos, es también
la depositaria de los detalles culturales compartidos, y de la confianza mutua
2.2.1 Tipos de Familia
Babarro
(2019), sostiene que: “En sociología, los tipos de familia es algo que se ha
estudiado a través de los años. La definición de familia según autores varía,
ya que es un concepto complejo. La estructura familiar se cohesiona por el
hecho de compartir valores” (Párr.1).
2.2.1.1 Familias Biparentales
1.
Familia nuclear: consiste en esposo y esposa y sus hijos biológicos.
Aproximadamente la mitad de las familias con hijos suelen ser nucleares. En
esta clase también se incluye a la familia extendida en la que ambos conyugues
viven con cada uno de sus padres o cuando una pareja de abuelos actúa como
padre y madre.
2.
Familia de padrastros: los padres divorciados son proclives a volver a casarse.
Cuando los hijos del matrimonio anterior viven con ellos, están en una familia
de padrastros. Muchos niños pasan algún tiempo en una familia de padrastros,
pero relativamente pocos niños pasan toda su infancia en estas familias.
3.
Familia mezclada: se trata de una familia de padres que incluye niños de
diversas familias, como los hijos biológicos de compromisos anteriores de los
esposos y los hijos biológicos del nuevo compromiso. Este tipo de familia es
una estructura particularmente difícil para los niños de edad escolar.
4.-
Familia adoptiva: hace referencia a aquellas familias, las mismas que en muchos
casos suelen ser parejas casadas estériles acogen hijos a su hogar.
5.
Familia polígama: se trata de casos en los que un hombre tiene varias esposas,
también es considerada como una familia biparental.
2.2.1.2 Familia Nuclear
Moro (2016)
Plantea en el Diccionario Jurídico Espasa/ Fundación Tomas.
La
familia nuclear se encuentra conformada por sus progenitores (padre, madre e
hijos) que viven bajo el mismo techo o comparten una casa habitación, se le
conoce también como elemental o básica. El término familia nuclear empieza en
los años de 1947, por lo que vemos desde aquí, no es algo nuevo, las familias
nucleares tienen que ver algo con la promoción, expansión y reproducción de los
valores de la cultura, Familia Extensa
Rojas
y Báez (2017), señalan que: este tipo de familia no siempre ha estado unido por
vínculos de sangre y matrimonio, como fue el caso de la familia romana, en la
que siervos y clientes vivían bajo el mismo techo que el matrimonio y los
hijos. En tal sentido, son familias de varias generaciones que viven en
un mismo hogar, comúnmente se le conoce como tres generaciones, donde vive el
progenitor soltero, la abuela y el niño, parejas jóvenes que retardan el
momento de su independencia ya sea por problemas económicos o comodidad y viven
con sus padres o suegros que conviven con sus hijos o integración de miembros
donde no existen lazos de parentesco. Es con esto que el apoyo, la cooperación
en las diferentes tareas dentro de la familia se puede llevar a cabo con mayor
flexibilidad.
En contraste con las familias nucleares y monoparentales, limitadas
a la cohabitación de los padres (o uno de ellos) y sus hijos solteros, se
encuentran las grandes redes familiares, que abarcan más de dos generaciones.
Este término se utiliza en varias acepciones. En sentido amplio, se refiere a
la vasta red familiar conformada por líneas de parentesco en sentido horizontal
y en sentido vertical: abuelos, padres, hijos, nietos, y tíos, primos y
sobrinos. Generalmente con relación de consanguínea; y se extiende para incluir
las relaciones de afinidad (parientes políticos).
Montalvo, Espinosa y Pérez (2016), plantean
que el hogar con tres generaciones se caracteriza porque los padres viven con
los abuelos. En este tipo de familias es interesante definir los límites
generacionales, las alianzas, los conflictos y quien se ocupa de los hijos. Los
abuelos suelen ejercer funciones como figuras responsables del cuidado del
menor, lo que es característica en la organización de familias de menores
infractores.
2.2.1.3 Familia Monoparental
Bienestando (2020), expresa que: El término familia monoparental se
refiere a una familia compuesta por un solo progenitor, que puede ser el padre
o la madre, con uno o varios hijos a su cargo. Puede constituir una familia
independiente o bien puede convivir con parientes, por ejemplo, en el caso de
una madre sin pareja que vive en casa de sus padres con su hijo o hijos.
Asimismo, se puede ser una familia monoparental como opción voluntaria o por
una circunstancia no deseada. (párr.1).
Por lo tanto, en este tipo de familias está ausente uno de los cónyuges,
ya sea por muerte de uno de ellos, abandono del hogar, separación o divorcio.
Puede deberse también a ausencias temporales o intermitentes, como emigración,
trabajo en otra ciudad, encarcelamiento u hospitalización. Pero también se han
debido a una maternidad/paternidad asumida voluntariamente en solitario, como
en el caso ahora más frecuente de madres solteras con autosuficiencia
económica, que buscan o asumen su maternidad.
La pérdida de uno de
los padres puede causar impactos sobre la familia, particularmente sobre los
hijos. Entre ellas sobresalen algunas situaciones, como la melancolía, las
dificultades económicas particularmente cuando queda al cargo una mujer y las
dificultades para organizarse sólo con la crianza de los hijos.
Montero y Terán (2016) dan cuenta de un
estudio con 103 familias monoparentales que habían pasado por el proceso de
divorcio. En sus resultados se refiere que “Existen diferencias en el ajuste de
los niños de acuerdo con su edad, que se refleja en que los niños mayores de
estas familias desarrollaron problemas de competencia social en relación con
los más pequeños.” (p.44)
Cabe aclarar que la
estructura monoparental no es necesariamente productora de niños con problemas,
pues igual se presentan dificultades en las familias nucleares, la conducta
delictiva no sólo se genera en familias desestructuradas, sino que se
circunscribe a todo tipo de hogares.
2.2.1.4 Familia Poli Genética o Reconstruida
Bienestando (2020), sostiene que, este tipo de familia sobresale por la
presencia de algunos problemas específicos, entre los que se encuentran la
custodia, las visitas al otro padre, los celos, los favoritismos, los
conflictos de lealtad y los problemas de adaptación e interacción con el
padrastro, madrastra o hermanastro.
En
ella, por tanto, resulta interesante el impacto de la separación y la
reorganización ante la nueva estructura producto de un nuevo casamiento. Esta
estructura familiar se ha encontrado con frecuencia en las familias de los
menores infractores, ya que son familias que tienden a no permanecer intactas y
que se conforman como reconstituidas, por lo que en el menor infractor
significará su adaptación a la nueva condición y dinámica familiar.
Por
otro lado, González Montoya y González Villena (2005), expresan “estas familias
están formadas por una pareja adulta en la que al menos uno de los cónyuges
tiene hijos de una relación anterior”.
Por
consiguiente, en estas familias reconstruidas hay uno de los padres que es el
padre genético de uno o más de los hijos presente en la familia siendo el otro
el padrastro, o madrastra de los mismos.
De
Palma y Fernández (2016), afirman que estas nuevas uniones pueden o no
validarse legalmente a través del matrimonio y crean en los hijos situaciones
especiales de pertenencia, ubicación física, parentesco, lealtades y afectos,
jerarquías y organizaciones internas; las discrepancias en las formas, hábitos
y rutinas de las distintas casas de los progenitores y sus nuevos cónyuges
pueden impactar en los niños y crear confusión y rebeldía sobre qué es lo
que se debe y no se debe hacer.
Por
consiguiente, en esta situación se puede generar un conflicto entre hijastro/a
y padrastro o madrastra, causado por diferentes valores o reglas impuestas por
los nuevos padres.
2.2.2 Funciones de la Familia
Clavijo
(2019), sostiene que “sin duda alguna, la familia representa el ente principal
para la formación en valores, esto se debe a que en la familia el individuo
inicia a desarrollar su personalidad que le garantiza que se pueda adaptar a
las diferentes circunstancias de la vida”. Ante lo expresado, a temprana edad
es que el individuo adquiere los lineamientos necesarios para una correcta
incorporación al ámbito social. Esto solo puede ser posible a una adecuada
formación familiar.
Según
la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, adoptada en la
Asamblea General de las Naciones Unidas: la familia es el elemento natural y
fundamental de la protección de la sociedad y del Estado. No en todas partes ha
tenido la familia el mismo origen, ni ha evolucionado de la misma manera. Tanto
en su evolución, como en su origen son un elemento preponderante, a veces
decisivo, las condiciones naturales, el ambiente y el género de vida de las tribus.
La
familia desempeña sus funciones a través de los subsistemas conyugal, parental
y fraternal con límites definidos, reglas claras o tácitas que facilitan
intercambios entre los propios subsistemas y el macrosistema social, pero
manteniendo su particularidad. Además, estas funciones están permanentemente
reguladas positiva o negativamente por las réplicas que reciben de sus acciones
y respuestas con el ambiente dentro de un sistema circular de causalidad,
permitiéndoles mantener un equilibrio u homeostasis con tendencia al cambio por
retroalimentación (feedback) ante las nuevas demandas, permeabilizando las
fronteras para mejorar la comunicación. Las funciones de la familia tienen dos
objetivos: la protección psicosocial de sus miembros y la transmisión de una
cultura (Tigre, 2017 citando a Minuchin, 2003).
Se
categorizan dos tipos de funciones: las universales y las internas. Entre las
funciones universales: La función reproductora garantiza la existencia de la
humanidad en términos biológicos; la función protectora se refiere a la
seguridad de los miembros familiares desde el nacimiento hasta la independencia
física, psicológica y económica para su desenvolvimiento dentro del
macrosistema social; La función afectiva es un puntual básico de la relación al
interior de la familia; y la función socializadora al ser la familia el primer
núcleo de contacto social en que se desenvuelven los hombres y mujeres que
permite la formación y transmisión de valores, actitudes y conductas. Entre las
funciones internas de la familia se encuentran: la comunicación, la
afectividad, el apoyo, la adaptabilidad, la autonomía, las reglas y normas.
(Tigre, 2017)
2.2.3 Familia con Hijos
Adolescentes
Espinosa
(2021), plantea que: “La relación de una familia en la etapa adolescente se enfrenta
a intensos cambios de uno a más de sus miembros, por lo que necesariamente
también cambia su propio funcionamiento. Es una etapa en la cual la homeostasis
se reajusta en un nuevo funcionamiento, más apropiado para el desarrollo de sus
miembros. Hay interacciones que muestran que la retroalimentación positiva
predomina sobre la negativa, es decir, se producen cambios que a su vez activan
nuevos cambios.
2.3 Adolescentes e Inicio de
la Relación Sexual
Clavijo
(2019) plantea que: la sexualidad, impuesta en la sociedad actual, incentiva de
forma inadecuada a los adolescentes, que sienten y experimentan desafiantemente
la sexualidad, sin conocimiento de causa y efecto. El inicio temprano de las
relaciones sexuales coitales, generalmente desencadena embarazo, originados por
educación sexual incorrecta, enfocada en mitos y no en realidades. Los espacios
de convivencia familiar, académica y sociedad en general, confluyen en
desatinos de orientación por vergüenza de hablar o por fantasías inequívocas de
compañeros. (p.1)
Los
autores Sevilla & Orcasita (2014), determinaron que las temáticas de
abordaje referente a sexualidad, se torna complejo por cuanto los padre y
madres de familia, no se sienten preparados para tal orientación, la causa de
mayor incidencia es el desconocimiento de formas específicas de iniciar la
conversación, el tema en muchas ocasiones es prohibido o abordado de manera
indirecta y reactiva, es decir: abordado por la insistencia de los
adolescentes.
2.3.1 Sexualidad
2.3.1.1 Definiciones
El
término sexualidad se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser un
humano: basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género,
la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la
reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, actitudes, valores, actitudes, prácticas, roles y
relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores
biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o
espirituales. Si bien la sexualidad puede abarcar todos estos aspectos, no es
indispensable que se experimenten y expresen todos; sin embargo, en resumen, la
sexualidad se experimenta y expresa todo lo que somos, sentimos, pensamos y
hacemos” (Arango, 2008).
Sobre
la sexualidad Mejía (2018) puede decir que es una característica natural de
todos los seres humanos, que se desarrolla durante toda la vida, desde antes
del nacimiento hasta la muerte. La sexualidad es una función vital muy
importante para el crecimiento y el desarrollo físico, mental y social de las
personas, además está determinada por una serie de aspectos biológicos,
psicológicos, sociales, socio-culturales y espirituales que condicionan la
forma de comportamiento o de conducta sexual de cada persona y la forma de
interacción que tenga con las demás personas.
2.3.1.2 Sexualidad en la Adolescencia
Vera, (2018) Expresa que entre los 13 y 15
años de edad los adolescentes presentan un aumento considerable de los niveles
de hormonas sexuales, lo que provoca intensos cambios físicos y psicológicos.
En esta etapa el cuerpo es lo central y se observa un rápido crecimiento
pondo-estatural, el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y una
toma de conciencia del propio cuerpo y de su impacto en otras personas que lo
rodean. Vera, (2018) considera
que las conductas sexuales responden al despertar biológico y pueden
llegar a ser responsables de la aceptación o del rechazo social. Posteriormente,
a los 16 años de edad el crecimiento se enlentece y se logra el equilibrio
hormonal y los caracteres sexuales secundarios son incorporados a la imagen
corporal. En ese momento, la sexualidad es satisfecha mediante la masturbación
o con parejas sexuales.
En
la adolescencia la curiosidad sexual y la autosatisfacción evolucionan hacia la
reciprocidad sexual y el mutuo compartir. En todas las culturas los
adolescentes tienen propensión a una temprana experimentación sexual y compiten
intensamente por lograr la mejor pareja según sus parámetros.
Vera, (2018), considera que esta competencia
podría ser la causa de que los jóvenes que tienen menos parejas sexuales
padezcan más depresión. En la adolescencia tardía las parejas son cada vez más
duraderas e interdependientes y se encuentran unidas afectivamente. Este
esquema de desarrollo resulta relativamente estable en todas las culturas,
independiente de lo restrictivo o permisivo que sean.
Vera, (2018) Explica que un
niño con un fuerte deseo sexual en un medio cultural represivo puede ser un
joven reprimido en su adolescencia, pero puede llegar a ser un adulto
sexualmente sano si durante su juventud aprovecha cada oportunidad sexual que
tenga y mantiene una actividad sexual positiva, a pesar del ambiente
restrictivo en el que se desenvuelva. En cambio, un niño con baja sexualidad y
que acepta pasivamente los valores culturales represivos, evolucionará durante
su pubertad con pocos estímulos sexuales y alcanzará la vida adulta con cierto
nivel de inmadurez sexual (p.58).
El
desarrollo de la identidad sexual, que se inicia en la niñez y eclosiona en la
adolescencia, es un proceso natural para los heterosexuales, pero resulta
estresante para el homosexual por la toma de conciencia de su diferencia, como
la sociedad estigmatizando y marginando a los homosexuales, el adolescente debe
esconder su identidad sexual. Si opta por expresarse abiertamente, se expone a
ser rechazado por sus familiares y amigos, y puede terminar en un riesgo
elevado de depresión, abuso de sustancias psicoactivas y conductas autolascivas.
Aunque el abuso sexual es frecuente en niños de corta edad, afecta también a
adolescentes. Clínicamente debe sospecharse en jóvenes con baja autoestima y
con trastornos de conductas sexuales tales como promiscuidad y agresión o
violencia sexual.
2.3.2 Actividad Sexual en los
adolescentes.
Para
Morales (2017), “La actividad
sexual es una expresión conductual de la sexualidad personal donde el
componente erótico de la sexualidad es el más evidente. Está se caracteriza por
los comportamientos que buscan el erotismo y es sinónimo de comportamiento
sexual” (p.71).
2.3.2.1 Sexual Precoz
Vera
(2018) plantea que: En la actualidad la sociedad se enfrenta a drásticos
cambios en sus códigos morales y sociales. Esto se puede ver reflejado en la
temprana práctica sexual en adolescentes y la visión o reacción de la sociedad
ante este fenómeno, puesto que dichas conductas han tomado caminos diferentes
en comparación a generaciones anteriores. (p.20)
Vera, (2018) Se entiende la sexualidad precoz
como la conducta sexual prematura sin estar mentalmente preparado, esto es un
desajuste mente- cuerpo que lleva a una exagerada conducta adulta sexual. Dicho
fenómeno es apreciado como algo negativo cuando el adolescente lleva su
sexualidad de forma errónea alterando e impidiéndole disfrutar a totalidad las
diferentes fases de su desarrollo.
Molina
y Cols. (2018), refiere:
“El factor determinante para el inicio de la actividad sexual de los
adolescentes es el despertar sexual el cual suele ser precoz y muy importante
en os adolescentes carentes de otros intereses, con escolaridad pobre, sin
proyectos laborales, ni de uso del tiempo, ni de estudio”.
Solis
(2017), plantea que: “La conducta sexual de los jóvenes es percibida como la de
mayores riesgos, como argumento de aquello que se cree que el impulso sexual no
se controla efectivamente por la precaria situación emocional que se encuentra
atravesando el adolescente.
2.3.3 Causas de la Actividad
Sexual en la Adolescencia
Morales
(2017), expresa que: la influencia de los progenitores, el papel que ellos
desempeñan en la socialización sexual de los hijos, no se le ha prestado el
merecido interés, puesto que generalmente la comunicación es deficiente en
relación a estos temas. La influencia de los pares en la edad, la información
que proporcionan los compañeros de la misma edad suele ser más fiable y aceptable
para los adolescentes en comparación a la recibida por los adultos.
Por
otra parte, Morales (2017), citando Monroy, (1978), menciona que “la influencia
de los medios de comunicación, tanto implícita como explicita se encuentra al
alcance de los adolescentes en material de pornografía, revistas, videos,
periódicos, radio, televisión, paneles e internet. Por lo
que los adolescentes son bombardeados indiscriminadamente.
Dioses
(2018), citando a Páramo, (2009) también nombra ciertos factores ligados a la
conducta sexual temprana, entre ellos está la edad de comienzo, es importante
resaltar que, a mayor precocidad de la iniciación, mayor número de
consecuencias, también está el desinterés por un futuro ligado a los estudios,
la baja autoestima y la tendencia a la impulsividad. Las familias
uniparentales, de bajos recursos y nivel educacional de los padres, con
tendencia a la permisividad, así como vecindarios pobres con alta tasa de
desempleos.
2.3.4 Consecuencias de la Actividad Sexual en la
Adolescencia
Las
consecuencias que se pueden derivar de la actividad sexual en los adolescentes
son variadas, puesto que es un problema que perturba en todo ámbito de la
persona humana.
Solís,
(2018) Por otro lado explica que, la inmadurez de los jóvenes provoca una
irresponsabilidad sexual, la que se traduce en el contagio de enfermedades de
transmisión sexual y en embarazos no deseados; los cuales afectan
principalmente a las mujeres en el sentido de recibir un rechazo por parte de
la sociedad. En algunas ocasiones, estos embarazos derivan en abortos o en una
paternidad irresponsable. (p.27)
Solís,
(2018) Según la misma autora, el desenfreno sexual, como la promiscuidad,
produce una “Deformación de los conceptos de libertad, dignidad y respeto; los
mismos que son valores indispensables para establecer una relación sólida de
pareja. Finalmente, es así como se llega a problemas en la vida sexual futura,
como las enfermedades venéreas).
2.4 Funcionalidad Familiar
2.4.1 Familia Funcional
Urízar
& Giráldez (2018) expresan que: “El término funcionamiento familiar es
definido como el resultado de los esfuerzos familiares para conseguir un nivel
de equilibrio, armonía y coherencia ante una situación de crisis familiar”
Por
lo tanto, la funcionalidad familiar es considerada como la capacidad para
afrontar cada una de las etapas del ciclo vital y las crisis por las que
atraviesa. Además, es aquella capaz de cumplir con las tareas encargadas, de
acuerdo al ciclo vital por el que se esté atravesando y en relación con las
demandas que percibe del medio ambiente externo.
Hernández,
Cargill & Gutiérrez, (2017). “El funcionamiento en la familia es un factor
determinante en la conservación de la salud o en la aparición de la enfermedad
entre sus miembros. La salud de la familia va a depender de la interacción
entre factores personales (psicológicos, biológicos), factores propios del
grupo familiar (funcionalidad, estructura, economía familiar, etapa de ciclo
vital, afrontamiento a las crisis) y factores sociológicos modo de vida de la
comunidad, de la sociedad.
Vera (2018) citando a Paladines & Quinde,
(2010) Explica que la familia que es funcional mantiene un estado de
equilibrio u homeostasis, que conserva unidos a sus miembros a pesar de las
crisis que se presenten, permitiendo que se progrese para que se puedan
resolver con el fin de lograr un desarrollo en todo el sistema familiar y que
cada miembro alcance un mayor grado de madurez. La máxima característica de
estas familias es que los roles de cada miembro están establecidos y son
cumplidos, todos trabajan en equipo con la intención de alcanzar bienestar por
igual sin ninguna distinción.
2.4.1.1 Características de
una Familia Funcional
Paladines
& Quinde (2018) en su estudio citan las características que tiene una
Familia Funcional dando a conocer cuatro ítems para reconocer si una familia es
funcional o no entre estas tenemos:
Autoestima
Es
el amor que se tiene uno mismo en una forma positiva, es la manera de ser de cada
persona, favorece a la conformación de la personalidad y la realización de
cualquier actividad, a su vez cada individuo es capaz de aceptar sus virtudes y
defectos. Se va construyendo constantemente no es algo fijo.
Comunicación
Es
la forma de expresar ideas y resolver problemas convirtiéndose en un punto
clave para el funcionamiento del sistema familiar por lo tanto no deberá ser
ambigua, sino más bien clara, precisa, coherente y directa. Es el vínculo
imprescindible para la interacción entre los miembros de la familia.
Normas Familiares
Las
reglas y normas para actuar y sentir de cada miembro tienen gran fuerza e
influencia en la vida familiar estas deben ser flexibles, a su vez es
importante conocer la construcción de las normas y saber comunicarlas a todos
los que conforman el sistema familiar, evitando el origen de dificultades en
sus relaciones.
Enlace con la Sociedad
Vera
(2018) citando a Paladines & Quinde, (2010). Explica que, se trata de las
relaciones con los demás ya que la familia forma parte de la sociedad y no
puede vivir aislada de la misma. La familia considerada como sistema se
relaciona con el resto de sistemas como por ejemplo el sistema educativo o
laboral todas las influencias van formando parte de cada sujeto, por lo tanto,
este es producto de la sociedad en la que se desenvuelve., (pp. 32-33)
2.4.1.2 Familia Disfuncional
Espinoza,
(2017) Expresa que “La disfuncionalidad familiar es el incumplimiento de las
funciones básicas de la familia (función económica, biológica, educativa,
cultural y espiritual), por lo que no se promueve el desarrollo saludable a la
salud de todos los integrantes de la familia” por lo tanto el desarrollo de los
componentes de este tipo de familia no se realiza debido a una falta de función
necesaria para que sea una familia funcional.
Pontón (2018) Explica que “La disfuncionalidad
familiar significa un quebrantamiento o deficiente funcionamiento de roles,
funciones y normas, situación anómala, dinámica irregular, en la Familia que
afectan de manera específica sus miembros” (p.35).
La
familia disfuncional se la define también como un patrón de conductas
desadaptativas e indeterminadas que se presenta de manera constante en uno o
varios integrantes de la familia y que al relacionarse con sus miembros genera
un clima propicio para el desencadenamiento de patologías específicas o
inespecíficas. (Pontón, 2005, p.35)
4.2.1.2 Características de la
Familia Disfuncional
Vera
(2018), citando Paladines & Quinde, (2010) en un trabajo realizado en la
Universidad de Cuenca identifican las siguientes características propias de una
familia disfuncional:
1.
Incapacidad para reconocer y satisfacer las
necesidades emocionales básicas de cada uno de sus miembros.
2.
No se respeta la distancia generacional además se
invierte la jerarquía, su estructura familiar está lamentablemente alterada es
por eso que la interacción entre los miembros es deficiente y existe dificultad
en el desarrollo psicosocial de cada subsistema, su adaptación y la resolución
de conflictos.
3.
No se respeta la individualidad de sus integrantes,
ellos no se sienten como seres únicos prefieren conformarse de todo, los padres
se creen perfectos y piensan que sus hijos son culpables de todo lo malo que
sucede en el hogar.
4.
No existe comunicación dentro del sistema, no son
honestos con ellos mismos ni con el resto de tal manera que cada miembro vela
por sus propios intereses.
5.
Existen dificultades para pasar de una etapa a otra
del ciclo vital por lo que no pueden resolver conflictos los ignoran.
6.
Los límites y reglas son rígidos presentan
dificultad para cumplir su rol existiendo una lucha constante entre todos
contra todos. (p.14)
2.6 Comunicación en el Sistema Familiar
Mejía
(2018) plantea que: ·Una buena comunicación en la familia hará que cada uno de
sus miembros se pueda desenvolver adecuadamente dentro y fuera de esta; por lo
tanto la comunicación es indispensable para que la relación de pareja y padres
e hijos sea adecuada.” (p.14)
Mejía, (2018), citando Álvarez,
(2011) Dice que en cada
familia existen diferentes modalidades de comunicación: hay con comunicación
indirecta, vaga y poco sincera, en las cuales existe mucho conflicto, la
autoestima de sus integrantes se ve disminuida, las reglas son rígidas,
inhumanas, fijas e inmutables, por lo cual el enlace de ésta con la sociedad es
temeroso.
Marfisi
(2016), considera tres estilos de la comunicación familiar:
Comunicación Pasiva
La
persona reprime sus emociones por el temor de ser rechazado frente a todos,
pueden ser manipulados fácilmente por el interlocutor. Su característica
principal es la inseguridad que posee tanto a nivel social como a nivel
sentimental. Es decir, la persona sólo acepta el mensaje que le brindan sin
refutar sus deseos y se olvida por completo de sí mismo dando más valor a la
comunicación de las demás personas. (Marfisi, 2016)
Comunicación Agresiva
Es
totalmente lo contrario de la comunicación pasiva; esta persona no valora las
opiniones de las otras personas y solo ve su bienestar y su satisfacción. Su
característica principal es la inflexibilidad lo cual no permite modificar su
comportamiento o pensamiento para mejorar la situación. Entonces esta persona
solo se preocupa por defender su posición sin tomar importancia a quien haga
daño, grita con mucha frecuencia y muchas veces usa el dedo acusador hacia
otras personas. (Marfisi, 2016)
Comunicación Asertiva
Marfisi,
(2016) Es una comunicación donde todos pueden expresar sus sentimientos, pensamientos
y emociones respetando sus derechos y los derechos de los demás, suele ser
tolerante y respeta la opinión de todos. Su característica principal es la
tolerancia y la flexibilidad en la escucha de las necesidades de todos. En definitiva en este tipo de comunicación podemos
expresar como nos sentimos ya que la comunicación es directa, esta persona
siempre busca soluciones sin necesidad de lastimar u ofender a nadie, con una
voz firme y calurosa lo cual transmite confianza.
Mejía
(2018), citando Agüero (2014) considera las tres principales funciones de la
comunicación.
Comunicación Informativa
Mejía
(2018), citando Agüero (2014) A través de ella el emisor proporciona al
receptor todo lo caudal de la experiencia social e histórica, del mismo modo
proporciona la formación de hábitos, habilidades y convicciones. La comunicaron
informativa como si propio nombre lo dice tiene que ver con la transmisión y
recepción de información para el aporte de una nueva información.
Comunicación Afectiva –
Valorativa
Mejía
(2018) citando Agüero (2014) Plantea que el emisor debe de expresar su mensaje
con la carga emocional que esta requiera ya que no todos los mensajes requieren
la misma carga emocional. Para que el mensaje que emite la persona sea bien
recibido y entendido debe de brindarle la carga emocional requerida, para ello
es muy importante que la persona tenga una adecuada estabilidad emocional.
Comunicación Reguladora
Mejía
(2018), citando Agüero (2014) Dice que la persona regula la conducta de sus semejantes,
por ejemplo: una crítica permite conocer la valorización que los demás tienen
hacia nosotros, pero debemos aceptarlo y cambiar nuestra actitud. De la
capacidad reguladora y de la persona misma depende el éxito o el fracaso de la
comunicación en sí.
2.7 Cohesión en la Familia
Villavicencio
y Villanueva (2018) citando a Morales y Pérez, (2015) manifiestan que la
cohesión es un proceso fundamental en la familia, ya que se inicia desde la
primera etapa de vida familiar, desde iniciada la familia los cónyuges buscan
un punto máximo de cercanía, dada la necesidad de identificación mutua que
define el comienzo de toda relación de pareja.
Villavicencio
y Villanueva (2018), citando a Catillo, (2015) define la cohesión como "el
nivel en que los integrantes de la familia se encuentran vinculados, se
colaboran y apoyan entre sí. Por lo tanto, se entiende que la cohesión familiar
es dada por el grado de colaboración que tienen sus integrantes.
Además,
la cohesión es una de las dimensiones centrales del dinamismo familiar y puede
ser focalizada a partir de los lazos emotivos que los integrantes de una
familia constituyen entre sí. La cohesión de una familia está vinculada con el
apego o desapego vigente entre los integrantes de la familia, según, Schmidt,
Barreyro, y Maglio (2016) en su publicación Escala de evaluación del
funcionamiento familiar FACES III: la cohesión se refiere al grado unión
emocional percibido por los integrantes de una familia.
Según
Villavicencio y Villanueva (2018)
citando a Catillo, (2015), la cohesión es una de los factores
principales de la dinámica y puede ser determinada a partir del lazo emocional
que los miembros de la familia constituyen entre ellos, si es estrecha, ayuda a
la identidad física y emocional y la firmeza de vínculos sólidos de estos y
enérgicas emociones de pertenencia con el conjunto familiar en su totalidad.
Por
consiguiente, los diferentes autores se pueden deducir que la cohesión familiar
es el nexo emocional que poseen los integrantes de la familia y cómo ellos
están compenetrados entre sí con sentimientos de pertenencia, autonomía e
involucramiento entre sus integrantes.
2.7.1 Cohesión Familiar
Schmidt,
Barreiro, y Maglio, (2016), plantean que, es el nivel de interés que presentan
los integrantes de una familia, se comprometen con ella, se ayudan y apoyan
entre ellos. En la dimensión de cohesión familiar, excesiva cercanía
desencadena en un afecto excesivo y la insuficiencia excesiva de contacto se
traduce en desapego. Existen tres niveles de cohesión.
2.7.2 El Apego Excesivo o
Sobre Involucramiento
Schmidt,
Barreyro, y Maglio, (2016) Explican que, es una cohesión muy alta. Ejemplo de
organización familiar que muestra una perturbación en la alineación de los
límites particulares. Los roles de padres e hijos no están determinados con
solidez, cambian con frecuencia y al azar y carece de una estructura organizada
y de jerarquía en la familia.
2.7.2.1
La Cohesión Balanceada
Schmidt, Barreyro, y Maglio, (2016) Es
una cohesión baja a moderada o alta. Ejemplo de organización familiar en la
cual los integrantes alcanzan constituir y conservar vínculos permanentes entre
ellos, permitiendo que los miembros logren un grado conveniente de
individualización y coexistencia. Las familias situadas del nivel disfrutan de
una organización honorífica y una circunscripción considerada de los términos
propios, con coyunturas saludables de comunicación e influencia mutua.
2.7.3 El Desapego o Desunión
Schmidt,
Barreyro, y Maglio, (2016) Explican que es una cohesión muy baja. Ejemplo
de organización familiar en que sus integrantes no consiguen constituir y conservar
relaciones perpetuas entre ellos, produciendo un marcado aislamiento entre
ellos, las familias de este tipo declaran la falta de una organización
escalonada y una circunscripción solida de los límites individuales, con
ocasiones limitadas de comunicación e influencia recíproca
2.8 Adaptabilidad en la
Familia
La
adaptación de la familia está relacionada con el nivel de flexibilidad y
capacidad de cambio del método familiar. De acuerdo a Schmidt, Barreyro, y
Maglio, (2016), en su publicación "Escala de evaluación del funcionamiento
familiar FACES III: Modelo de dos o tres factores, la adaptabilidad se trata de
"la magnitud de cambios en roles, reglas y liderazgo que experimenta la
familia".
Para
Villavicencio y Villanueva (2018) la adaptabilidad es “la destreza del método
familiar para cambiar las organizaciones de poder, los roles y las reglas de
relación, en réplica al progreso de cambio importante la familia o en respuesta
al estrés generado por muchos contenidos determinados".
Se
puede alegar, que adaptabilidad se encuentra ligada estrechamente con la
capacidad que presenta una familia para cambiar sus roles, reglas, normas;
frente a la evolución del período trascendental de sus integrantes, como
también frente a situaciones de estrés y conflicto familiar
.
Según
Schmidt, Barreyro, y Maglio (2016), citados por Villavicencio y
Villanueva, (2018), la adaptabilidad: “es el grado de flexibilidad y
capacidad de cambio del sistema familiar, debiéndose hallar el equilibrio entre
una flexibilidad demasiado restringida y una flexibilidad excesiva.” (p.30).
Schmidt, Barreyro, y Maglio (2016) la determinan como "la capacidad de un
método matrimonial o familiar para cambiar su estructura de poder, las
relaciones de los roles y las reglas frente a tenciones situacionales y de
desarrollo".
Según
Villavicencio y Villanueva (2018), presenta tres niveles de flexibilidad.
(p.31)
Caos
Es
una flexibilidad muy alta, es el tipo de organización en la cual los
integrantes son inocuos de constituirse de un modo sano, manifestando una
excesiva tendencia a la estabilidad, impidiendo asumir roles y tareas
determinadas. (Villavicencio y Villanueva (2018, p.31)
Flexibilidad Balanceada
Es
una flexibilidad baja a moderada o alta, es el ejemplo de organización familiar
donde sus integrantes sitúan de destrezas para cambiar y reorganizarse con el
propósito de acomodarse a las variables situaciones de su entorno.
(Villavicencio y Villanueva (2018, p.31)
Rigidez
Flexibilidad
muy baja, es el ejemplo de organización familiar donde sus integrantes son
inhábiles de cambiar y reorganizarse, manifestando una excesiva disposición a
la estabilidad previamente alcanzada e imposibilitando a sus integrantes a
cambiar, lo cual tarde o temprano ocasionará síntomas. (Villavicencio y Villanueva
(2018, p.31)
2.9 Afectividad en la Familia
Una
de las funciones primordiales de la familia es la afectividad. Permite expresar
sentimientos amorosos, alegría, gozo, otorga felicidad y placer. Expresar los
afectos y sentimientos continúa siendo esencial en las familias, más aún en
tiempos actuales donde se necesita de una mayor cohesión familiar. La
afectividad familiar es la base para desarrollar en nuestros hijos seguridad y
confianza en ellos mismos y en los demás. Para crear un buen clima familiar de
afecto se debe: Expresar afecto y ternura con palabras, gestos, miradas,
abrazos. Ser empáticos, ponernos en lugar del otro, comprendiendo cómo se
siente.
La
unión familiar se ha perdido por el mal uso de los diferentes medios de
comunicación y los avances tecnológicos, que los acercan de los que están más
lejos y alejan de los que están tan cerca, cada quien se ensimisma con su
celular, se aísla con la televisión y/o la internet, por eso, se le hace
difícil expresar sus sentimientos.
Según
Escalante y Reyes (2018), el clima familiar que se le dé a los hijos influye
mucho en ellos, las relaciones que se mantengan en el hogar van a determinar su
comportamiento en la escuela, casa o el ambiente en el que se desempeñe, el
primer apego o muestra de cariño que se da desde el nacimiento y de ahí se va
fortaleciendo, la escuela contribuye mucho, pero es el hogar donde se debe
desarrollar el afecto.
La
diferencia entre una familia y otra radica en el modo de vida que lleven dentro
y fuera de sus hogares y la relación que llevan padres e hijos, a continuación,
se mencionan dos tipos de relaciones familiares.
2.10.1 Familias Conflictivas
Escalante
y Reyes, (2018) Expresan que, son aquellas donde claramente no hay un clima
familiar bueno, son familias donde reina el regaño, los problemas, las excusas,
quejas y ese ambiente para un niño no es el adecuado y todo eso que vive el
niño en el hogar es lo que va a reflejar en la escuela y su por ende su
enseñanza no va a ser buena ya que no estará predispuesto aprender lo que el
maestro imparta.
2.10.2 Familias Amorosas
Escalante
y Reyes, (2018) Propone que son aquellas donde el ambiente familiar es positivo
y adecuado para los hijos, donde hay un respeto entre padres e hijos y la
comunicación que es la base de toda relación familiar. Todo esto contribuye en
el niño, es un niño feliz con buena autoestima y sobre todo su desempeño en la
escuela va a ser bueno porque tendrá todas las ganas de aprender.
De
acuerdo a Gómez, D. (2018) la afectividad hace relación al sentimiento, el tono
y el nivel de intimidad de la familia, el cual puede ser mejor apreciado si se
reúne a todo el grupo. Es importante anotar que la atmósfera emocional debe ser
de preocupación y cuidado por cada una de las personas, aun en la presencia de
conflictos y dificultades. Las familias generalmente exhiben un tono emocional
predominante que debe ser reconocido. Tienen relación directa con el ejercicio
del poder, a mayor afectividad menos abuso de poder, a menor afectividad mayor
abuso de poder. La forma en que llegan a tomar decisiones y los métodos
disciplinarios son un buen indicador de su uso. El maltrato de niños y la violencia
conyugal son los resultados extremos de una afectividad perturbada y de abuso
del poder.
La
falta o ausencia total, como rechazo, maltrato físico y psicológico de manera
constante, puede traer serios traumas a una persona, alterando su estructura de
personalidad, sobre todo en los adolescentes, quienes están en un periodo de
desarrollo muy vulnerable.
2.11 Roles de la familia
Oropeza
(2020), plantea que: “Cuando se habla de rol familiar se está hablando del
papel que cada uno de realiza dentro de la familia, es decir, papel de padre,
papel de madre, papel de hijo o hija. Cada uno de estos papeles tiene
funciones.
La
Revista Médicos Familiares (2020) plantea que, el rol se refiere a las
expectativas y normas que un grupo social (en este caso la familia) tiene con
respecto a la conducta de la persona que ocupa una posición particular, incluye
actitudes, valores y comportamientos adscritos por la sociedad a todo individuo
que se ubique en ese lugar específico de la estructura familiar. Toda posición trae
consigo una serie de funciones que definen el papel a cumplir dentro de la
familia, así tenemos que cada posición tiene un rol asociado, el cual está
circunscrito por un conjunto de normas que se aplican a quien ocupe un lugar
particular de la estructura familiar.
La
Revista Médicos Familiares (2020) plantea que los roles presentan diferencias
dentro de cada familia, todas tienen expectativas, tácitas o expresas, respecto
al papel que deben asumir sus miembros y los caracteriza de tres diferentes
tipos:
Rol Prescrito. La Revista Médicos Familiares (2020) plantea que, es
la conducta que se espera de quien ocupa una determinada posición, de allí que
está supeditado a las ideas que tienen los demás respecto al rol.
Rol Percibido
La
Revista Médicos familiares (2020) Expresa que, es el conjunto de conductas que
el ocupante de una posición cree que debe llevar a la práctica. Esta percepción
que tiene cada integrante de la familia con respecto al rol que debe cumplir se
basa, por ejemplo, a modelos observados por el individuo en sus familias de
origen digamos, por ejemplo, si un individuo viene de una familia de origen
donde tuvo un padre poco afectuoso, no es de extrañar que en la nueva familia
que forme tenga un comportamiento igual o similar.
Rol Desempeñado. La Revista
Médicos Familiares (2020) Expresa que, es la forma en que una persona ejecuta
definitivamente un rol específico, en decir, las conductas que lleva a cabo
realmente.
Oropeza
(2020) describe los roles de la siguiente manera:
Rol Conyugal. Oropeza, (2020) Dice que, es desempeñado por la
pareja; cumpliendo sus funciones conyugales, estas son: compartir momentos en
que los hijos no intervengan, tomar decisiones para el bienestar común de la
familia, crear un espacio como pareja, tratar temas de educación, salud o
cualquier situación que se presente mediante una buena comunicación.
Rol de Padre. Oropeza,
(2020), Propone que, las funciones dentro de este rol son tan importantes como
los demás, pero, requieren una mayor responsabilidad, debe proveer a la familia
de protección, alimentación, cuidado, seguridad, amor, respeto, lugar donde
vivir y sustento.
Rol de Madre. Oropeza, (2020) explica que, este papel es tan
importante como el del padre, sólo que aquí se manejan mucho las emociones, el
rol maternal crea un espacio especial para poder manejar las emociones ante
cualquier situación para poder expresarlas, maneja el respeto debidamente para
el comportamiento dentro y fuera de casa. También se dan casos donde puede
contribuir de manera económica para el hogar.
Rol Fraternal. Oropeza, (2020) Expresa que, este se da entre los
hijos, entre hermanos, creando complicidad y brindándose apoyo mutuo.
Rol Filial. También lo desempeñan los hijos, pero aquí su función
es aprender, crecer, respetar y evolucionar como seres humanos. (Oropeza, 2020)
2.11Funcionalidad Familiar y su Relación con el
Inicio de la Actividad Sexual Precoz
Cabral
(2018), citando a Abelson, Fishburne & Cisin, (2013), sostienen que las
familias funcionales constituyen un ente activo y es por ello que todo tipo de
evento que cause tensión, modificación o alteración, como la llegada de la adolescencia
a algún miembro de la familia, repercute en este sistema (p. 78):
Frente
a estos cambios se requiere un proceso de adaptación, con cambios constantes de
las interacciones y de las reglas en miras a mantener tanto la continuidad de
la familia, como el crecimiento de sus miembros
Solís
(2018) citando a Gallegos (2012), menciona que una familia funcional es aquella
que permite el crecimiento intelectual, físico y emocional de sus miembros, se
caracteriza por tener una comunicación clara mediante el diálogo; donde el
adolescente posea la libertad de expresar las diversas vicisitudes por las que
está atravesando como producto de su cambio evolutivo (como su sexualidad), un
ambiente receptivo para que haya confianza; en donde tratar temas de índole sexual
no resulte ser penoso, sino todo lo contrario, que haya la capacidad discutir
diferencias, aclararlas o respetarlas, y expresiones de afecto, tanto con
palabras como físicamente, cabe señalar que en este tipo de familias también
existen reglas o normas, las cuales tienden a cambiar conforme la edad y
condiciones de cada miembro, que han de ser explícitas, negociables y
precisas.
2.11.1 Disfuncionalidad
Familiar y su Relación con el Inicio de la Actividad Sexual Precoz
Las
familias disfuncionales se caracterizan por tener conflictos para resolver y
manejar sus inconvenientes. En estas familias la comunicación es confusa e
indirecta entre sus integrantes; los roles y los límites se encuentran
indefinidos y ambiguos. Tienden a acoger patrones de control de conducta
rígidos o caóticos; la familia no muestra interés y valor por las acciones de
sus miembros. Cuando los hijos llegan a la adolescencia los problemas
familiares pueden centrarse en la diferenciación de roles y en asuntos
relacionados con la separación. Para los progenitores puede ser difícil
desligarse de los hijos y establecer una nueva homeostasis en el sistema
conyugal.
Vera
(2018), citando Mendizábal & Anzures, (2009) Las dificultades en la
relación padres-hijos, pueden ocurrir principalmente alrededor de tres áreas:
la autoridad, la sexualidad y los valores. La interacción entre el adolescente
y sus padres frecuentemente se caracteriza por una comunicación deficiente y
una expresión afectiva negativa, que resultan en un manejo inadecuado de los
recursos para el control de la conducta.
Vera
(2018), citando Mendizábal & Anzures,( 2009) La adolescencia es un periodo
de exploración de la sexualidad recientemente descubierta, por lo que son
comunes los conflictos acerca de los valores sexuales y su expresión. Existe
una clara y franca dificultad de los padres para discutir abierta y francamente
las cuestiones sexuales, los progenitores temen una confrontación negativa con
sus hijos; como respuesta, muchos adolescentes desconocen las actitudes de sus
padres hacia los asuntos sexuales.
Vera
(2018), citando Mendizábal & Anzures, (2009) Continúan expresando la autora
que la comunicación juega un papel primordial, y una buena relación entre
padres e hijos se ve coronada por una acertada toma de decisiones en lo que
respecta a los tópicos sexuales. Los adolescentes tienen muchas dudas y
angustia alrededor de su sexualidad en desarrollo. Cada adolescente debe tomar
decisiones con respecto a la expresión sexual, que va desde la supresión total,
hasta la máxima promiscuidad. La actividad sexual indiscriminada puede ser un
indicador de un pobre autoconcepto y/o sentimientos de minusvalía. De la misma
manera, las conductas de actuación sexual pueden ser un elemento de venganza
contra los padres o de atraer y retener amigos. Por desgracia, los adolescentes
creen, por aspectos que se relacionan con su desarrollo cognoscitivo y
emocional, ser invulnerables y entonces su riesgo de enfermedad sexual y de
embarazo es muy elevado.
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