domingo, 29 de diciembre de 2019

Ética en la vida profesional y personal

Ética en la vida profesional y personal

De acuerdo a Barquero, A. (2003) “la ética profesional es “la actividad personal, puesta de una manera estable y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación y con la dignidad que corresponde a la persona humana”. La ética nos permite fundamentar o debatir a nivel teórico los principios y valoren que dirigen la moral. La moral es el conjunto de principios y valores que dirigen nuestro comportamiento de una manera determinada en casos concretos.

Cada individuo desarrolla a lo largo de su vida profesional estándares de comportamiento que constituyen el sistema ético que gobierna la toma de decisiones en la soluciones de sus problemas, pues todo profesional debe regirse por normas moral que lo distinga en su acciones diaria. La ética influye en la selección de alternativas en el curso de acción, transformando en un factor fundamental para un comportamiento adecuado.

Ética crítica y su reto en la vida profesional

La ética se ha convertido en temas de conversación de diferentes sectores sociales, se escribe y se debate sobre ella, se utiliza como arma de valoraciones, como estandarte en la defensa de programas y actuaciones individuales y grupales y hasta como forma de denuncia de los actos que se consideran anti ético.

La sociedad está corroída por políticos corruptos, corrupción privadas, por las guerras y la lucha de intereses interpersonales, los robos, el tráfico de influencias, la riqueza ilícita, narcotráfico con influencias en altas esferas, por lo que se hace necesario la voluntad de ser diferente, con un modo de comportamiento adecuado que infunda respeto, manteniendo los principios éticos como profesional y como persona, siendo una decisión personal el cometer actos que vayan contra los principios.

Hoy abunda la injusticia social, no se respetan los derechos humanos, la vida no tiene valor. Es una sociedad donde se matan a las personas por celos profesionales y empresariales, porque no le simpatice como persona, el narcotráfico corrompe a los que son encargado de combatirlo, el lavado de dinero está en el lugar menos pensado, obligando al profesional a mantenerse firme, haciendo la diferencia, con su actitud y comportamiento. Todos estos elementos, permitirá a las personas vivir en paz, tener tranquila su conciencia y hasta servir de punto de referencia, trayendo invalorable paz y satisfacción personal.

Como profesional y como persona, es mi reto hacer la diferencia. Que permanezca en mí el sentimiento de justicia por encima de todo, el respeto al derecho ajeno. Proponerme como meta alcanzar todo lo que mi tenga capacidad de soñar, pero teniendo en cuenta que la única forma de alcanzarlo es haciendo las cosas bien, transitando por el mejor de los camino, a base de esfuerzo, trabajo, aplicación y la honestidad. Teniendo como norma que comportamiento sea el de un verdadero profesional, con la madurez suficiente para rechazar las cosas que me hacen daño conductualmente y personalmente, a mi imagen como persona y que puede repercutir en la conducta de mis hijos, a los cuales luego no podré corregir porque cometan los mismos actos que ahora yo estoy cometiendo.

Es difícil para una persona pobre, que viene de abajo rechazar sobornos y/o propuestas indecorosas que lo puede convertir en millonario de la noche a la mañana. Sin embargo romper la avaricia, creer que puedo a través de mi trabajo, pensar en las consecuencias y actuar siempre apegado a la transparencia me ayudará a vencer cualquier tentación y es mi reto para mantenerme pulcro y la ética como profesional y como persona.

Estas orientaciones y observaciones debo también pasárselas a los estudiantes y personal con quien trabajo. Es un tema que debe estar en mi boca y conciencia, aportar en la formación de sujetos éticos. Individuos que sepan respetarse como personas, que quieran cambiar la actual situación de desconfianza social, que sientan que es necesario cambiar la imagen del joven de hoy. Es mi reto colaborar en la formación de mejores ciudadanos, ejerciendo mi función como orientador.

Hacer observaciones a los maestros que no quieren cumplir con el tiempo de docencia en la escuela, aquellos que durante cinco años de servicio han repitiendo la misma metodología, una única planificación y los mismos contenidos. A los que no evalúan apegado a las ordenanzas existentes o los que solo que solo ponen una nota el día de llenar el registro. A los solo van al aula para ocupar un espacio sin importarle la calidad y el rendimiento. O a los directores que cobran dos tandas libres y pasan una fuera del centro. A los que delegan las funciones y de líder del centro pasan a ser persona de segundo plano.

Es mi reto exponer mi punto de vista y principios éticos. Si dejara que todas las personas con quien pueda interactuar y en lo que tengo influencias por mi trabajo violaran o no cumplieran con los principios y código ético, estaría dejándome corromper, como corrompen y convierten en corruptos a los funcionarios y subarternos.

Responsabilidad ética del líder para asegurar la práctica de la ética en su organización

La ética del liderazgo se construye sobre los pilares del carácter moral del líder, los valores éticos internalizados en la visión, la articulación y el programa que los seguidores aceptan o rechazan y en la lugar la moralidad de los procesos de elección éticos que los seguidores y el líder realizan. El papel ético del líder consiste en garantizar la sostenibilidad de la cultura organizativa, o en su caso, del cambio organizativo.
Ayllon, J. (2004) plantea que “es responsabilidad de un líder concentrarse en hacer las cosas adecuadamente y cosas bien”. El tener obligaciones morales con la sociedad, la profesión, deja claro lo que es correcto o incorrecto, o lo que debería hacer uno, o que perspectiva es correcta en términos morales. Tomar decisiones que favorecen un valor moral sobre otro, dedicar tiempo al bienestar de los miembros de los grupos, trazar las pautas para que la organización actúe apegado a las reglas éticas, es parte del papel del líder. Por todas estas razones, el proceder del líder debe ser deliberadamente moral.
Es una gran responsabilidad la que tiene el líder para asegurar que la ética sea practicada en su organización. El deber moral del líder no solo debe ser expresado, si no en los dilemas éticos del día a día, en las políticas y estructuras que pueden tener implicaciones éticas. Todos los acuerdos sociales benefician a algunos a costa de otros, un líder ético busca
abarcar estándares deseables es éticamente ingenuo, si no es que culpable. Es por ello que el líder no solo se debe comportar de manera responsable como un individuo, sino que deben crear una institución ética.
En el caso del máximo líder, el presidente, de la máxima organización, la república, debe ser primero ejemplo de actitudes y actuaciones éticas, las cuales le den la autoridad para sancionar cualquiera de sus ministros, cuando hayan incurrido en actos que estén fuera de las reglas establecidas. En el caso del director de la escuela, debe ser éste una persona sumamente cuidadosa y apegado a los principios éticos que le deben regir como líder de un grupo. Cumplir con sus funciones, permitirás que los maestros bajo su dependencia cumplan con las suyas. Lo mismo pasa con el orientador, si se apega a sus puntos de vista ético, tendrá influencia en la formación de sujeto ético.

La función del líder desde el punto de vista ético es, entonces, transmitir esos valores, a través de sus actuaciones y su muestra de compromiso por hacer que los miembros de la organización, también cumplan con ellos.

Prioridad y equilibrio de la propia toma de decisiones éticas en relación con las metas de la carrera

Para Maliandi, R. (2006) “la toma de decisiones sobre cuestiones que tiene que ver con la ética, nace cuando la libertad puede escoger entre forma diferente de conducta, una mas valiosa que otra”. Con frecuencia la toma de decisiones se torna un poco difícil, cuando le toca a la persona priorizar y equilibrar. Todas las personas se rigen por principios que guiarán sus actuaciones. Estos principios entran en acción, al momento que tiene que tomar decisiones, en la que tenga que ligar los principios éticos. Muchas veces estos principios, mayormente cristianos, se contraponen con la ética, sea por creencia o por temor, convirtiéndose en un momento difícil para al fin decidir por lo que tiene que hacer, pues algunas personas prefieren anteponer sus principios personales, ante los principios éticos.

Para mí, la correcta toma de decisiones debe hacerse en base a un equilibrio entre prudencia y reflexión por un lado y no dilación excesiva ni temor a decidir de un lado o del otro, si no en un punto medio. Se trata de enfrentarse a los retos, llegar a conclusiones tras ponderar las reflexiones necesarias, que se busca cuando no se tiene hasta donde se puede y decidir con coherencia. Eso es una correcta toma de decisiones, más allá de que finalmente la decisión comporte buenas o malas consecuencias, porque hay malas decisiones que por golpes de fortuna finalmente acarrean buenos efectos y viceversa.

Soy muy apegado a los principios cristianos que deben regirme, pues lo he asumido como una norma de comportamiento personal, pero también tomo en cuenta el equilibrio entre estas dos partes. Priorizo tomando en cuenta los principios por lo que me rijo como cristiano. Dios está por encima de todas las cosas. Podré ser un buen estudiante, pero si no tengo temor de Dios, de nada me serviría, porque el hombre solo aprende a ser leal, cuando reconoce que hay un Creador, un Ser Supremo que nos va a juzgar.

Prefiero los principios cristianos, equilibrados con normas de comportamientos ética, los cuales me ayudarán alcanzar las metas de mi carrera. Evito mentir en cuanto a las
asignaciones de mi trabajo, estoy claro que mi responsabilidad es entregar a tiempo. Sé que con mi familia tengo compromisos y deberes que jamás debo dejar de lado, como técnico, mi responsabilidad es responderle al Distrito en todas las tareas que conlleva mi área, que debo presentar un resultado de los trabajos realizados, que tengo responsabilidades que son solamente mías.

Tengo un personal un personal bajo mi dependencia. Los maestros son personas que piden aumento cada cierto tiempo, es mi compromiso promover las líneas que emanan del Ministerio de Educación. Cuando hay paros, mi compromiso, por lealtad a la dependencia a la que sirvo es tratar de convencer al personal educativo para que trabajen, pierda lo menos días de clases posibles. Es un asunto de justicia a mi entender, porque los más perjudicados con estos eventos son los estudiantes, pues mientras que en los colegios están trabajando, ellos están recibiendo docencia a tiempo completo y de calidad, por las normas que rigen este tipo de institución, mientras que los que usan el servicio publico, a parte de que la mayoría de educadores no cumplen con lo que establece la Ley 66’97, también se le añaden las paralizaciones, clases perdidas que jamás se recuperan.

Por otro lado está el aumento de sueldo, el cual es también justo como demanda, debido a la situación de precariedad que viven los maestros sea o no por el manejo que se dan. A la de priorizar mi toma de decisión apegado a ética, termino optando por la calidad, que justo para los estudiantes, los mas perjudicados, dejándole saber que no estoy en contra de sus acciones, pero que los docentes no dejan de ir a su clases, lo que estudian todavía, que igual debiera estar incluida en su lucha también.

Martinez, E. (2008) dice en este sentido que “la toma de decisiones correctas están inclinada en el principio de justicia e igualdad”. Yo busco mantener mi lealtad a la Institución a la que sirvo, promover los compromisos que impliquen justicia, pero actuando siempre dentro de los límites establecidos y mis principios personales. La ética en el ejercicio de mi profesión para mí es sagrada, es mi compromiso actuar siempre apegado a los principios éticos morales que dirigen mis acciones a favorecer los actos de justicia y el bien común. En resumen, priorizo y equilibro las tomas de decisiones luego de reflexionar, tomando en cuenta que mis principios y la ética se encuentren equilibrados.

Principios que guían la conducta del practicante y líder
Los principios son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad. Los principios son universales y se los puede apreciar a lo largo de la historia de la humanidad. Son reglas o normas que orientan la acción de un ser humano. Se trata de normas de carácter general, máximamente universales. Estas máximas se convierten para las personas en reglas de vida que sienten, cuando está convencida de ellas, que son la vida misma y que si la violara o faltara, estaría faltando y traicionándose a si misma.
Cada persona debe regirse por principios que le permitan un mejor funcionamiento como persona y líder que identifique su conducta. Es como un sello personal, que va a permitir diferenciarse de otros, pero sobretodo actuar de acuerdo con lo que considera correcto.
En mi caso personal, los principios éticos que guían mi conducta son:
La autonomía, porque creo que cada persona adulta posee el derecho irrenunciable a determinar y conducir su vida por sí mismo, y no se le puede privar de vivir una vida plena y auto determinada. Al actuar se encuentra en una situación particular, única e irrepetible, que necesariamente influye en su acción, pero no necesariamente la determina. Que a las personas que estén en condiciones de decidir sobre sus metas personales se les respete su capacidad de autodeterminación.
Es de un buen líder respetar el derecho que tienen las personas de decidir por sí mismo sobre su futuro, sin coaccionar ningún tipo de libertad. También la protección de las personas cuya autonomía está menoscabada o disminuida, lo que requiere que a quienes sean dependientes o vulnerables se los proteja contra daños o abuso. Cuando veo que a alguien se les violan sus derechos o se están cometiendo abusos eso me hace poner pies y buscar la forma no de protección, sino más bien de poner en al individuo condiciones a que reclame sus derechos. La autonomía es uno de mis principios favorito.
La búsqueda del bien. Para mí es una obligación ética lograr los máximos beneficios posibles y de reducir al mínimo la posibilidad de daños e injusticias. Tengo como normas exigir el bienestar debe abarcar a todos por igual sin distinción. Los grupos a los que pertenezco, procuro siempre el bien común a través de la aplicación de proyectos que generen fondo, pero que también favorezcan a los más vulnerables y necesitados, aquellos que piensan que poco se acuerdan de ellos.
La no maleficencia. La persona tiene todo el derecho a no ser discriminada. No me importa que sea negro o blanco, para mi tiene el mismo derecho de ser persona, igual pasa con los homosexuales y lesbianas. Yo estoy consciente que esto se debe a ciertos tipos de conductas, eventos que lleva a la persona a buscar llenar un vacío con personas del mismo sexo, por eso no lo discrimino. No es un virus, no se pega. No me importa abrazar al mendigo o darle un beso a la anciana, siempre dentro del marco del respeto. Pretendo no hacer daño a nadie. Respeto y no discrimino, porque tampoco me gustaría que lo hagan conmigo o con un familiar. Nadie tiene razones para discriminar ni ser discriminado.
La justicia. Tengo como principio que los casos considerados similares se traten de manera similar y que los casos considerados diferentes se traten de tal forma que se reconozca la diferencia. Es un principio de la justicia a personas dependientes o vulnerables, que es parte de las reglas de la justicia distributiva. Esto así, porque considero que todas las personas tienen derecho a no ser discriminada por asunto cultural, ideológico, político, social o económico. El respeto a la diversidad es justicia














Referencias




Ayllon, J. (2004). Etica razonada. 4ta ed. Impresos Gráficas Anzos, S. L. España

Barquero, A. (2003). Etica Profesional. Editorial EUNED. Costa Rica.

Hildebrand, D. (2002) Etica. 3era ed. Ediciones Encuentro. Barcelona, España

Maliandi, R. (2006) Etica: Dilemas y convergencias. 3edicion. Editorial Biblos. Argentina

Martinez, E. (2008) Etica. 4ta ed. Impresora Cofás, S.A. Móstoles, Madrid

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